miércoles, 1 de febrero de 2023

BUEN VIAJE, ALEXIS RAVELO

 


 

Hay malas noticias que, por inesperadas, te dejan mal cuerpo. Eso mismo me ocurrió en la mañana de ayer cuando, en mi repaso matutino de la prensa diaria, me encontré con la triste noticia de la inesperada muerte del escritor grancanario Alexis Ravelo.

Nunca lo conocí ni traté en persona, pero sí que conocí a alguien que lo trató íntimamente, Carlos Álvarez, quien fuera mi profesor en un curso de Documental Express que realicé hace algunos años. Carlos, escritor, periodista y guionista de reconocida trayectoria, me hablaba de la cercanía de Alexis, alguien a quien vio nacer y crecer como escritor desde que trabajaba de camarero en un reconocido bar de copas situado en el casco viejo de la capital grancanaria.

Como digo, yo nunca traté a Alexis personalmente. Sí sabía de él a través de algún que otro artículo que leía en su blog, y en el que casi siempre demostraba un amor incondicional hacia la literatura, sobre todo del género negro, su favorito. Precisamente en ese género fue donde Alexis ha consolidado una carrera que, según los artículos que fuí leyendo en el día de ayer, lo sitúan en lo más alto de los autores españoles especializados en este género.

Sí he sabido de los muchos premios que Alexis ha ido cosechando a lo largo de una impecable trayectoria jalonada de éxitos, lo que le ha permitido no sólo granjearse el aprecio y la simpatía de los miles de lectores que deja huérfanos de nuevas aventuras literarias, sino también de colegas de profesión que en estos días lloran la muerte de un excelente profesional, cercano, ameno y humilde, nada divo, un gran conversador, dotado de un gran sentido del humor y de unos conocimientos literarios de gran calado; pero, sobre todo, de “un buen tipo”.

De Alexis sólo he leído un libro suyo: La otra vida de Ned Blackbird que, casualidades de la vida, no es una novela negra, precisamente el género literario que lo encumbró y lo llevó a besar las mieles del éxito.

En mi lector electrónico tengo algún libro suyo pendiente de leer. Cuando acabe de leer el libro que tengo ahora mismo entre manos, igual va siendo hora de que me entregue a un nuevo título de ese “escritor calvo que sobrevivía a régimen de cervezas y bocadillos de chopped”, tal y como él mismo se definía en la portada de su blog.

Tal vez el mejor homenaje que podemos hacerle a un escritor que nos ha dejado sea leer su obra, esa en la que tanto amor y pasión nos dejamos aquellos que amamos este noble oficio de contar historias a través de la palabra escrita, albergando la, tal vez, ilusoria esperanza de que nuestros libros cobren vida en las mentes de quienes nos leen.

Buen viaje, compañero. Y, aunque nunca te conocí ni te traté, me permito darte las gracias por no haber dejado nunca de ser “un buen tipo del barrio de Escaleritas”.



6 comentarios:

  1. Es bueno saber que hay alguien que recuerda a un escritor con carino. Y en otro orden, quisiera saber si tienes algún cuento publicado en este blog

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    1. Saludos, Alí.
      Entiendo lo que dices. Vivimos en un mundo que fomenta la competencia, la envidia hacia el que triunfa, y la frustración y la amargura del que no lo consigue. Y, a veces, olvidamos lo más importante, que en este mundo estamos de paso y que nada tiene importancia cuando toca abandonarlo, pues todos los logros, los éxitos, el dinero, la fama y el ego se quedan atrás.
      La muerte de Alexis, que insisto en que no lo traté personalmente, me ha impactado por muchas razones: por inesperada, por tratarse de alguien aun joven, y por leer y saber de él y de su obra durante muchos años, llegando a establecer un vínculo de proximidad aunque sea ínfimo. Como digo en el post, la noticia me dejó helado.
      En cuanto a tu pregunta acerca de mis escritos, permite que te diga que hace tiempo que no publico cuentos ni relatos en el blog, ya que prefiero guardármelos para formar parte de mis libros. En cualquier caso, en la sección "Mis libros" puedes encontrar adelantos gratuitos de cada uno de mis libros publicados, y podrás leer algunas piezas completas. Te dejo el enlace:
      https://pedrofabelo.blogspot.com/p/mi-libro.html

      Gracias por tu comentario y por tu interés en mi obra, Alí. Un abrazo.

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  2. Yo también experimenté un sentimiento de pérdida de un autor al que, por razones obvias, no llegué a conocer personalmnete, pero del que había leído prácticamente todas sus obras. Ese escritor fue Henning Mankell, un autor sueco muy versátil, pues no solo escribió novelas del género policíaco (con su serie Wallander, que fue llevada a la TV con Kenneth Branagh como protagonista) sino otras de distintos géneros e igualmente emocionantes). Ya cuando leí su último libro, "Moriré, pero mi memoria sobrevivirá", una autobiografía que escribió sabiendo que el tumor cerebral que padecía estaba acabando con su vida, sentí un nudo en la garganta, y cuando supe de su fallecimiento sentí que había perdido a un amigo, por muy desconocido que fuera, de tanto que me había sentido unido a él a través de sus obras.
    Por lo tanto, entiendo perfectamente que tu también hayas sentido la pérdida de Alexis Ravelo, del que no he tenido el gusto de leer ninguna de sus obras.
    Un abrazo.

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    1. Saludos, Josep.
      Resulta curioso como establecemos ciertos vínculos emocionales y personales con personas a las que no conocemos ni conoceremos personalmente. Eso ocurre con músicos, actores, escritores, presentadores de televisión, periodistas, etc, cuya presencia se nos hace familiar y, cuando mueren, sientes que alguien próximo ha desaparecido.
      De Henning Mankell sólo he leído "Tea Bag", una interesante novela que trata sobre un escritor de éxito al que su editor le encarga escribir una novela policiaca y él rechaza porque no le gusta nada el género (nótese la ironía de Mankell), y todo cobra un nuevo sentido para él cuando se cruza en su camino una refugiada africana sin papeles. Me gustó mucho esa novela, escrita con sencillez y profundidad. De hecho, me apunté el nombre de este escritor en mi agenda para buscar algún título más suyo.

      Gracias, como siempre, por la visita y el comentario, Josep. Un abrazo.

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  3. Cuando escribiste esta entrada yo tenía una férula en el brazo derecho que me tuvo dos semanas sin comentar en los blogs y respondiendo a los comentarios del mío malamente con el índice de la mano izquierda. Ahora, ya sin férula (aunque no recuperada del todo) quiero compartir contigo que la pérdida de Alexis Ravelo es la que más me ha dolido de todos los autores que he ido perdiendo en estos años. Era tan joven, lo había leído tanto (diecisiete novelas), me agradecía en las redes cada vez que publicaba una reseña... Ni a Almudena Grandes la sentí tanto. Y es que solo con Alexis Ravelo había contactado aunque solo fuera por pequeños cruces de palabras en Facebook y en Twitter. Una autor magnífico que tenía aún muchas alegrías que darle a las letras negras españolas.
    Un beso.

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    1. Saludos, Rosa.
      Te agradezco tus palabras, máxime sabiendo el esfuerzo que ha significado para ti. Precisamente hace unos días acabé de leer "Los perros de Agosto", la segunda novela de Alexis que he leído. Me gustó, por cierto. Me pareció muy amena y muy entretenida, con esos pequeños toques de humor que va dejando aquí y allá y que consiguen destensar la sordidez de lo que cuenta -corrupción, violencia, asesinatos, etc-. Un rasgo que me gustaría señalar en torno a esa novela es que la mayoría de lugares y calles que describe Alexis los conozco de primera mano -yo mismo visité el bar Cuasquías en mi juventud o el restaurante de la calle Peregrina donde el protagonista se cita con la chica de la inmobiliaria, y también he transitado por las calles de la Isleta que describe a lo largo de la novela-. Eso ha hecho que, mientras leía la historia, en mi mente se materializasen imágenes certeras y reales de los lugares que cita, lo cual ha sido como un valor añadido a la hora de leer su obra. Seguiré leyendo más cosas suyas, pues aún tengo pendientes un par de novelas suyas en el lector electrónico.

      Entiendo que, al haberlo tratado personalmente, ha hecho que tu dolor sea similar al experimentado tras la pérdida de un familiar o un amigo cercano. Si a mí, que no lo conocí personalmente, me impactó, imagino que a ti debió de dejarte helada. Lamento su pérdida, de veras. Era demasiado joven para irse tan pronto.

      Un beso, Rosa.

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