jueves, 20 de octubre de 2022

FUMATA BLANCA: ¡HABEMUS NOVELA!

 

Al fin puedo anunciarlo: ¡habemus papa!

Esto... er... perdón. Se me ha ido la olla.

Mejor empiezo de nuevo.

Allá va.

Al fin puedo anunciarlo: ¡habemus novela!

Así es, amigas y amigos, mi primera novela, mi cuarto libro como autor autoeditado, ya está disponible en las plataformas Amazon, tanto en formato papel como en digital.

Y para presentarlo al gran público, incluso al pequeño público, e, incluso, al público minúsculo —es decir, lectores de menos de 35 cm de altura—, he pensado que una buena manera de promocionar el lanzamiento sería a través de una especie de conversación entre mi blog y yo.

Al menos será una presentación original pues, que yo sepa, no creo que se haya hecho algo parecido con anterioridad.

Así pues, allá va la presentación oficial y oficiosa de mi nuevo artefacto literario.


Hola, blog.

¿Qué te cuentas?

Pues mira, precisamente hoy sale a la venta mi nuevo libro.

¿Ah, sí?

Sí.

Uhm, vaya. Enhorabuena, chaval.

Gracias, blog.

Ha costado, ¿eh?

Pues sí. Ha sido un proceso largo y repleto de obstáculos. Pero, viendo el resultado final, no tengo duda alguna de que ha valido la pena.

Imagino. Y oye, ya que estamos en el tema, ¿de qué se trata?, ¿de una nueva recopilación de cuentos cortos y relatos?

No.

¿Ah, no? Uhm. ¿Un libro de poemas, quizás?

Tampoco.

¿Un manual de instrucciones acerca de cómo rascarse los sobacos en plan Bukowski mientras comes porquerías y te tragas la temporada completa de una de esas series de televisión que devoras últimamente?

Nop.

¿Un libro de recortes con fotos tuyas en pelotas?

¿Qué? ¡No! ¿Estás de coña?

Vaya, me tienes intrigado. ¿De qué se trata, pues?

De mi primera novela.

¿Tú has escrito una novela?

Así es.

Vaya. Eso son palabras mayores. ¿De verdad has escrito una novela?

Pues sí.

¿Y cómo la has titulado?

Un rockero de andar por casa.

¿Y de qué va?

¿En serio quieres saberlo?

¡Pues claro, tío! Tú me conoces mejor que nadie, y sabes que no soy de preguntar por preguntar. No soy un bienqueda. Bastantes de ésos hay por esos mundos de Jobs. Si pregunto algo es porque tengo interés en conocer la respuesta.

Pues va de un tipo de mediana edad, británico, amante del rock de los 60 y 70. De hecho, vivió con tal intensidad la década de los setenta que quiso retener su esencia hasta el fin de sus días. Para ello no se le ocurre otra cosa que encerrarse en su casa y no volver a salir de ella nunca más. Eso ocurrió el 31 de diciembre de 1979. La novela arranca en pleno siglo XXI. Han pasado treinta y tantos años, y nuestro protagonista aún no ha pisado la calle desde aquel lejano 1979. Y entonces, un día, una visita inesperada entra en su vida dispuesto a ponerlo todo patas arriba.

Uhm.

Sé sincero. Con esas pinceladas, ¿tienes interés en conocer el resto de la historia?

Pues sí, la verdad.

Me alegro.

¿Puedo hacerte algunas preguntas con respecto a la novela?

Sí, claro.

¿Hay humor en ella?

Sí. Aunque de un tipo muy diferente al desplegado en mis libros anteriores. No tan absurdo ni tan surrealista.

¿Qué clase de humor?

Más británico. Irónico, sarcástico, flemático. Y con mucha crítica social.

¿Y qué más podré encontrar en tu novela?

Pasión por la música. Sobre todo por el rock clásico de los setenta, ya sabes, Deep Purple, Jethro Tull, Rory Gallagher, Yes, Led Zeppelin, Rolling Stones, Thin Lizzy, James Gang, Cactus, The Allman Brothers Band, etc.

Pero, ¿y qué pasa con aquellos o aquellas a los que no nos gusta la música rock? ¿Nos aburriremos como ostras?

Confío en que no. Además de la música en mi novela trato de muchos otros temas. Para que te hagas una idea, la música en mi libro es como la banda sonora de una película, suena de fondo, para realzar o enfatizar una determinada atmósfera, o incluso para poner en contexto al lector ante una situación determinada, pero no resulta invasiva, ni acaparadora. O eso espero. Déjame ponerte un ejemplo práctico. Yo no tengo ni idea de medicina, ¿vale? Y aún menos de ginecología. Sin embargo, el año pasado me leí un libro escrito por Adam Kay, un médico residente londinense de ginecología que, a través de las páginas de su libro, va desgranando las virtudes y miserias del servicio de sanidad público británico. Y lo hace de una manera cercana, con un lenguaje sencillo, que consigue captar la atención tanto del profesional como del profano, haciendo uso de esa ironía y esa manera tan británica de sacarle punta a todo. Como dije al principio, yo no soy médico, sin embargo, a pesar de aparecer en él numerosos casos prácticos y términos clínicos o médicos, en ningún momento me aburrió o me sacó del libro, al contrario, me enganchó desde el principio y no lo abandoné hasta acabarlo. Y lo disfruté muchísimo.

Antes decías que, además de la música rock, en tu novela tratas de muchos otros temas. ¿Qué temas exactamente?

Amor, amistad, literatura, crítica social, reflexiones, dudas existenciales, reconciliación con el pasado...

Vale. Ahora hablemos de temas más prácticos. ¿Qué precio tiene el libro?

El libro en papel lo he puesto a 11 euros. Y la versión digital tiene un precio de 3,15 euros. A mi modo de ver son precios bastante asequibles, teniendo en cuenta los costes de producción. Además, todos mis libros están suscritos al plan Kindle Unlimited, por lo que son susceptibles de entrar en campañas y promociones realizadas por Amazon con independencia del autor, de modo que en momentos puntuales su precio podría variar, e incluso salir gratis, para los afiliados a este sistema de lectura.

Oye, pues me has convencido. Me han entrado ganas de leer tu novela. Resérvame un ejemplar.

¿En serio? Vale. Hecho. ¿Lo quieres en papel o en digital?

No tengo manos, Pedro.

Huy, perdona. Fallo mío. Digital entonces.

Sí. Digital.

Hecho. Ya me dirás qué tal. ¿Quieres que te lo dedique?

No. Lo que quiero es que me dejes unos días para leer con calma y disfrutar de la lectura. Vamos, si a usted le parece bien, señor autor.

Por supuesto. A tus pies, blog.

Tampoco tengo pies, Pedro.

Ah, claro. Pues permíteme postrarme a tus códigos y algoritmos. ¿Te parece bien?

Desaparece, anda, desaparece. Y déjame leer tranquilo.


Pues eso, que ya tengo novela nueva en el mercado. Ojalá consiga una recepción igual de entusiasta a la que han cosechado mis otros libros. O mejor. Total, por pedir que no quede.

Os dejo el enlace a la web de Amazon pinchando aquí.


La próxima semana ampliaré detalles en torno a este nuevo artefacto literario, además de colgar un adelanto gratuito con algunas páginas de muestra, para quien desee hacerse una idea del contenido.

Hasta entonces, recibid un afectuoso abrazo.






9 comentarios:

  1. Que no soy anónimo, carajo! Soy yo. Hoy tampoco me había percatado que en este apartado de comentarios no aparecía mi careto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vale, vale. No se enfade usted, hombre de Dios. A ver si le va a dar un tabardillo y vamos a tener que lamentar una desgracia. Jajajajaja
      Hay que tener cuidado, amigo Josep, que los comentarios los carga el diablo. : )
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. No, si ya estoy tranquilo, sobre todo al saber que tu libro me llegará el jueves. ¡Qué ilu!

      Eliminar
    3. Jajajaja : )
      Hay que reconocer que los de Amazon trabajan bien. Ahora sólo falta que el libro consiga satisfacer tus expectativas. Ojalá sea así, y que mi carrera como novelista empiece de la mejor manera posible. Un abrazo, Josep.

      Eliminar
  2. Amigo Josep.
    Según parece, a la hora de dejar los comentarios en los blogs de Blogger (administrados por Google), antes de empezar a escribir hay que desplegar una pestañita donde pone "Comentar como" y seleccionar la opción "cuenta de Google", en caso de que tengas cuenta en G-Mail (como es nuestro caso). Esto lo he aprendido a fuerza de pasarme lo mismo que a ti al dejar comentarios en blogs ajenos al mío o de responder a comentarios en mi propio blog (a mí también me adjudicaba la etiqueta de "Anónimo"). Al principio pensaba que se trataba de una coña de mi blog (ya sabes cómo es), pero, a base de probar opciones, acabé dando con la fórmula.
    Dicho esto, te agradezco enormemente tus elogiosas palabras hacia mi trabajo. Vender está muy bien, y ganar dinero con lo que haces, pues también, pero recibir ese feedback tan estimulante de personas que aprecias y consideras resulta mucho más gratificante que vender miles de ejemplares (que no es mi caso, de momento). Sinceramente, recibir palabras como las tuyas me animan a seguir sacando proyectos adelante, aún cuando ninguno de ellos me vayan a procurar el Novel de Literatura o el Cervantes (ni siquiera soy capaz de ganar un mísero consurso de relatos de una marca cualquiera de yogurt). Pero, ¿sabes qué?, ¡al diablo con todo eso! Si con mis letras soy capaz de hacer pasar un rato agradable a quien decida acercarse a ellas, me doy por bien pagado.
    Un abrazo, Josep. Y, una vez más, gracias.

    ResponderEliminar
  3. Amigo Pedro.
    Yo también acabé descubriendo el meollo de ese problema, pero, aun sabiéndolo, muchas veces se me pasa por alto y es que normalmnete, por defecto, ya aparece junto a la casilla de respuesta mi cuenta de google que me identifica. Pero otras veces (muy pocas) no, y es cuando meto la pata y aparezco como un individuo anónimo.
    No tienes que agradecerme mis palabras de elogio, son totalmente sinceras y creo que te mereces un reconocimiento como buen escritor, que no sé por qué diablos no lo tienes (de momento). Pero ya sabes que los caminos de la fama son inescrutables.
    Un fuerte abrazo.
    P.D.- Hoy me llega tu libro, pero tengo que advertirte que quizá tarde un poco en leerlo, pues estoy ahora mismo con otro en las manos y, como soy un lector muy lento, puedo necesitar un par de semanas en terminarlo y pasar al tuyo. Pero, sea cuando sea, ten la seguridad de que lo leeré y te daré mi humilde opinión, que ya la preveo, je, je.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos, Josep.
      Tengo la impresión de que antes todo era mucho más sencillo. Igual es que me hago viejo, y de ahí mi natural reticencia a los cambios. Antes, cuando entrabas en una web o en un blog tu navegador se cargaba de cookies de seguimiento para controlar tus movimientos. Entonces salió una ley que decía que los sitios webs y los blogs tenían que advertir al visitante del uso de cookies. Ahora resulta que para acceder a una web tienes que aceptar esa condición, y entonces se te llena tu navegador de cookies, como antes. Es decir, que ahora "aceptamos" meter esa mierda en nuestros dispositivos si queremos acceder al sitio web. Otra cosa: antes publicabas en Facebook o en Twitter y tu publicación le llegaba a todos tus contactos. Ahora, para hacer eso, tienes que pagar, y si no pagas, cada publicación tuya le llega a un número limitado de tus contactos. De ahí que mi nivel de impacto haya bajado una barbaridaad en relación al pasado, ya que no estoy dispuesto a pagar para ser leído. Luego están el marketing digital, el posicionamiento web y todas esas mierdas que se me escapan, y que no tengo ni tiempo ni ganas de aprender. Bastante trabajo me cuesta ya crear como para encima pasarme horas y horas aprendiendo a moverme por las redes y agregando a mi vocabulario términos técnicos en inglés que cada semana aparecen no se sabe bien de dónde. Sinceramente, me aburre todo ese rollo.
      Agradezco tus palabras de elogio hacia mi trabajo porque sé que son sinceras, porque nos conocemos casi desde que empecé en esto del blog y siempre has estado ahí, y porque cada vez que nos hemos ayudado mutuamente en aspectos técnicos que se nos escapan lo hemos hecho de manera generosa y desinteresada, sin pedir nada a cambio. Y eso, amigo mío, hoy día, en este mundo cada vez más egoísta e individualista, es algo que debemos cuidar y agradecer en lo que vale. Por todo ello, sólo me nace decirte GRACIAS, JOSEP, así, en mayúsculas, y no porque esté enfadado, sino por todo lo contrario: porque te estoy muy agradecido.
      Un abrazo, amigo.

      Eliminar
  4. Había comprado ya tu novela porque vi tu tweet con el anuncio. pero otra vez ha fallado la actualización de tu blog en mi gadget de favoritos y me había perdido esta entrada. me ha parecido genial ese diálogo con tu blog, como todos lo que te sueles traer con él.

    Yo, como sabes, no soy muy fanática de la música, ni rock ni ningún otro estilo, pero un rockero encerrado en su casa más de treinta años, me parece un tema de lo más interesante.
    Un beso y espero que tengas muchísimo éxito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Rosa.
      La semana pasada tenía previsto publicar un post donde subiría un adelanto gratuito de un par de capítulos de mi novela, para así dar la oportunidad a mis lectores habituales, o a quienes nunca han leído alguno de mis otros libros, de sondear el contenido y decidir si, a partir de ese adelanto, les interesaría seguir leyendo. Trabajé en ello, pero por problemas técnicos no pude acabar el post (algunos programas de diseño con los que trabajaba ya no son compatibles con ciertos archivos y me pasé buena parte del tiempo que dedico a estos menesteres en buscar soluciones a mi problema, pero no lo conseguí). Total, que el finde lo aproveché para pensar en alguna alternativa y,al final, acabé dando con una. Espero subir el adelanto prometido enntre mañana y pasado.

      Muchas gracias por adquirir un ejemplar de mi libro, Rosa. Aunque la música está muy presente a lo largo del libro, confío en que la trama y los personajes sean lo suficientemente atractivos para ti como para que no se te arruine la experiencia. Leer debe ser una actividad placentera, y no una tortura china. Para torturas ya tenemos esta maldita realidad que tanto nos agobia.

      Gracias por ese deseo de éxito que me haces llegar. Te lo agradezco un montón. Besos, Rosa.

      Eliminar