miércoles, 14 de noviembre de 2018

OS LO ADVERTÍ

La trilogía más absurda jamás publicada


La semana pasada os advertí que, a raíz de la reciente publicación de mi tercer libro de relatos (Absurdamente Vol.III), tenía intención de quitarme la ropa normal de uso diario y sustituirla por mi viejo uniforme de escritor coñazo, a fin de dar la lata en las redes y donde se precie con tal de promocionar mi nuevo libro.
En aquel post, mi amiga y bloguera Irene F. Garza me dejó el siguiente comentario, que reproduzco a continuación:

Hola Pedro. Solo puedo decirte que si este tercer volumen es tan bueno como los anteriores (que estoy 100% segura que lo será), no sufras por nada, ni te entre ninguna clase de duda. Lo vamos a disfrutar, te lo aseguro.
La verdad es que te honra mucho todo el trabajo que hay detrás, el que no se ve, y más por asumirlo tú solo. Eso todavía hace que el proyecto merezca más la pena.
Enhorabuena por el tercer volumen, por el trabajo bien hecho y porque te lo mereces.
Un beso y ánimo. Promociónate sin parar.


Me he permitido reproducir el comentario de Irene —con su autorización, por supuesto—, porque en él, además de sus buenos deseos, hay un par de frases que me llamaron mucho la atención.

martes, 6 de noviembre de 2018

¡YA A LA VENTA! ABSURDAMENTE Antología del absurdo Vol. III


La semana pasada, al fin, puse a la venta el esperado tercer y definitivo volumen de la colección ABSURDAMENTE.
Como parte de la promoción quise hacer algo nuevo, original y visualmente atractivo. Para ello, creé mi primer booktrailer. Si aún no lo habéis visto, aquí os lo dejo:



Dicho esto, ahora me centraré en hablar de mi libro. Así, en plan Paco Umbral. Para ello, a partir de aquí tenéis que imaginarme con cara de mosqueado y bufando ostentosamente mi enfado, mientra vocifero:
«¡Eh, que yo he venido aquí a hablar de mi libro, oiga!».
Pues nada, hable usted de su libro.
«Er...uhm...gracias».
Adelante. Todo suyo.
Gracias. Ejem. Completar el proceso de edición de este tercer volumen de la colección me ha llevado casi dos años y medio. Es, de lejos, el libro que más tiempo me ha llevado acabar. Y el más difícil.
De entrada, escribir una continuación a los dos volúmenes anteriores no resultaba una tarea fácil. Y no por falta de material. Al contrario. Tenía material de sobra. Y es precisamente ahí donde radicaba mi principal problema: en escoger las piezas adecuadas para mi libro.
Juntar diferentes piezas, escritas en diferentes momentos vitales, y completar con ellas un puzzle lo suficientemente cohesionado como para resultar atractivo al futuro lector que decida acercarse a ellas, creedme, parece sencillo, pero no lo es.
Para mí, como lector antes que escritor, me gusta que mis textos «fluyan», que su lectura lleve implícito un determinado ritmo, y que el lector o lectora disfrute de ese viaje que le propongo sin moverse de su lugar de lectura favorito. De ahí que el orden de las piezas sea algo a lo que le doy muchísima importancia. Una pieza mal colocada puede echar por tierra todo el trabajo. O al menos yo así lo percibo.
Además de seleccionar las piezas y ordenarlas de una determinada manera, me propuse cumplir los siguientes parámetros.
DISEÑO: Si algo tuve claro desde el principio es que quería que los tres libros de la colección guardasen un aspecto externo homogéneo. Soy coleccionista, y me gusta que los libros de una misma colección mantengan el mismo diseño base. Por este motivo he respetado al máximo el diseño de la cubierta, cambiando únicamente tres elementos en cada uno de los volúmenes: el dibujo principal —cada volumen tiene un dibujo exclusivo relacionado con alguno de los cuentos incluidos en el interior—, el color de los fondos —gris para el primero, rojo para el segundo, y azul para el tercero—, y los textos de la contraportada.
La trilogía ABSURDAMENTE al completo
ESTRUCTURA: Por la misma razón, una vez decidida la disposición de los textos (tipografía, tamaño, interlineado, márgenes, etc), respetaría dicha estructura en los sucesivos volúmenes.
En este sentido admito que estuve tentado de cambiar la tipografía en el tercer volumen. Incluso hice varias pruebas con diferentes tipografías alternativas que me resultaban sumamente tentadoras. Pero al final, tras mucho dudar, decidí mantener la misma para los tres (Times), ya que se lee bien, es visualmente agradable y, además, de este modo mantendría la continuidad del proyecto.
Interior de ABSURDAMENTE 3
PRECIO: A fin de que los tres libros tuviesen un coste similar debía ceñirme a una serie de pautas (mismo número de páginas, mismas dimensiones, misma composición).
Gracias a haber cumplido estas pautas —a excepción del último, cuya extensión alcanza las 167 páginas, frente a las 150 de media de los dos volúmenes anteriores—, me es posible poner los tres libros de la colección al mismo precio, tanto en su versión en papel como en la versión digital.

Vale, tío, todo eso está muy bien, pero, ¿qué podemos encontrar en este tercer volumen de la colección?
Como ya comenté unas líneas más arriba, la selección de las piezas ha sido un auténtico dolor de cabeza. Aún así, estoy convencido de haber logrado un perfecto equilibrio entre las veinticuatro piezas que finalmente componen el libro.
Los temas tratados son muy variados. Eso sí, siempre tamizados con mi particular sentido del humor, principalmente absurdo, y altas dosis de ironía y sarcasmo.
Como dato anecdótico confieso que, a pesar de la dificultad en su maquetación, de los tres libros que llevo publicados hasta el momento, este es, paradójicamente, el que más me ha hecho disfrutar. Explicaré porqué.
Con el primer libro viví la excitación del debutante. Era primerizo en todo: la primera vez que maquetaba un libro, la primera vez que adaptaba mis textos a un formato y unos parámetros específicos, la primera vez que ordenaba las distintas piezas de forma que su lectura supusiese una experiencia lo más amena y placentera posible. En fin, que fue el libro del descubrimiento.
Cuando tras ocho largos meses de duro trabajo conseguí acabarlo, me sentía como en una nube. No podía creer que hubiese escrito un libro, y que éste estuviese a punto de ser publicado. El día que recibí en mi casa el ejemplar de prueba que pedí a la imprenta, con su reluciente cubierta y sus páginas perfectamente encuadernadas, sentí que, por fin, había hecho algo de lo que sentirme orgulloso.
Con el segundo viví la presión de la continuidad, es decir, escribir algo que estuviese a la altura del primero. Me estrujé las neuronas seleccionando las piezas que mejor podían encajar en aquel segundo proyecto.
Lo mejor de esta segunda incursión editorial es que ya había adquirido una importante experiencia en asuntos clave como la maquetación, la estructuración y el diseño, por lo que la realización de este segundo proyecto fue algo más fácil desde el punto de vista práctico.
En cuanto al tercer y definitivo volumen, la palabra que definiría su gestación es ilusión.
Soy realista. Ya he pasado por dos experiencias previas, por lo que mis expectativas son mucho más reales de las que tenía hace dos o tres años. Aún así, me siento ilusionado. Considero que el producto final cumplirá las expectativas del lector acostumbrado a mi forma de ver y entender este apasionante oficio de contar historias, y logrará enganchar a quien no haya leído ninguno de mis libros anteriores.
Si os sirve de algo, diré honestamente que este tercer libro cumple mis expectativas, lo cual, teniendo en cuenta lo exigente que soy como lector, es buena señal.

Y ahora, ¿qué?
Bueno, el libro ya está en la calle. Ahora toca promocionarlo —en esas estamos— y esperar a que me empiecen a llegar las primeras impresiones de los lectores, que es de mis partes favoritas del proceso.
Ok. Por cierto, ¿no se te olvida algo?
¿Algo como qué?
Vamos a ver, ¿tú a qué has venido aquí, tío?
Pues a promocionar mi libro.
Bien. ¿Y cuál es la parte más importante de la promoción de un libro autoeditado?
No te sigo.
Joder, chaval. Mira que eres cortito.
Lo siento. Aún no me he tomado el café de la mañana e igual ando un poco espeso.
Tío, lo más importante en la promoción de un libro autoeditado es decir cómo y dónde pueden comprar tu libro. ¿Capisci?
Ah, ya, vale. Perdona. Tienes razón.
¡Ya sé que tengo razón! Y ahora, ¿quieres decirnos de una maldita vez dónde y cómo comprar tu dichoso libro, chaval?
Mi libro podéis comprarlo en Amazon. Si os resulta más cómodo, podéis comprarlo pinchando AQUÍ.

Guay. ¿Algo más que quieras añadir?
¿Puedo?
Sí, claro. Adelante.
Quisiera dar las gracias a todos los compradores de mis libros; del primero al último. Sé cómo de difíciles están las cosas en general, con esta crisis brutal que llevamos años padeciendo. Por eso, cada vez que alguien decide gastar dinero de su bolsillo en adquirir cualquiera de mis libros, no tengo palabras suficientes para agradecerles el esfuerzo. Sólo espero y deseo que mis letras, al menos, consigan hacerles pasar buenos momentos de evasión y diversión, pues ése es mi principal objetivo: divertir y entretener. Y a partir de ahí...
Vale. Despídete ya, que tengo que ir a hacer unos recados al supermercado.
En fin, esto es todo lo que quería deciros. Así que a partir de hoy, con vuestro permiso, voy a quitarme mi ropa normal y me voy a enfundar mi uniforme de escritor coñazo para dar la lata por esos cibermundos de Jobs (Facebook, Twitter, G+), hablando sin parar de lo cojonuda que es mi nueva criatura.
¡Que Groucho os coja confesados!

Un abrazo a todos y todas.