Al fin puedo anunciarlo: ¡habemus papa!
Esto... er... perdón. Se me ha ido la olla.
Mejor empiezo de nuevo.
Allá va.
Al fin puedo anunciarlo: ¡habemus novela!
Así es, amigas y amigos, mi primera novela, mi cuarto libro como autor autoeditado, ya está disponible en las plataformas Amazon, tanto en formato papel como en digital.
Y para presentarlo al gran público, incluso al pequeño público, e, incluso, al público minúsculo —es decir, lectores de menos de 35 cm de altura—, he pensado que una buena manera de promocionar el lanzamiento sería a través de una especie de conversación entre mi blog y yo.
Al menos será una presentación original pues, que yo sepa, no creo que se haya hecho algo parecido con anterioridad.
Así pues, allá va la presentación oficial y oficiosa de mi nuevo artefacto literario.
Hola, blog.
—¿Qué te cuentas?
Pues mira, precisamente hoy sale a la venta mi nuevo libro.
—¿Ah, sí?
Sí.
—Uhm, vaya. Enhorabuena, chaval.
Gracias, blog.
—Ha costado, ¿eh?
Pues sí. Ha sido un proceso largo y repleto de obstáculos. Pero, viendo el resultado final, no tengo duda alguna de que ha valido la pena.
—Imagino. Y oye, ya que estamos en el tema, ¿de qué se trata?, ¿de una nueva recopilación de cuentos cortos y relatos?
No.
—¿Ah, no? Uhm. ¿Un libro de poemas, quizás?
Tampoco.
—¿Un manual de instrucciones acerca de cómo rascarse los sobacos en plan Bukowski mientras comes porquerías y te tragas la temporada completa de una de esas series de televisión que devoras últimamente?
Nop.
—¿Un libro de recortes con fotos tuyas en pelotas?
¿Qué? ¡No! ¿Estás de coña?
—Vaya, me tienes intrigado. ¿De qué se trata, pues?
De mi primera novela.
—¿Tú has escrito una novela?
Así es.
—Vaya. Eso son palabras mayores. ¿De verdad has escrito una novela?
Pues sí.
—¿Y cómo la has titulado?
Un rockero de andar por casa.
—¿Y de qué va?
¿En serio quieres saberlo?
—¡Pues claro, tío! Tú me conoces mejor que nadie, y sabes que no soy de preguntar por preguntar. No soy un bienqueda. Bastantes de ésos hay por esos mundos de Jobs. Si pregunto algo es porque tengo interés en conocer la respuesta.
Pues va de un tipo de mediana edad, británico, amante del rock de los 60 y 70. De hecho, vivió con tal intensidad la década de los setenta que quiso retener su esencia hasta el fin de sus días. Para ello no se le ocurre otra cosa que encerrarse en su casa y no volver a salir de ella nunca más. Eso ocurrió el 31 de diciembre de 1979. La novela arranca en pleno siglo XXI. Han pasado treinta y tantos años, y nuestro protagonista aún no ha pisado la calle desde aquel lejano 1979. Y entonces, un día, una visita inesperada entra en su vida dispuesto a ponerlo todo patas arriba.
—Uhm.
Sé sincero. Con esas pinceladas, ¿tienes interés en conocer el resto de la historia?
—Pues sí, la verdad.
Me alegro.
—¿Puedo hacerte algunas preguntas con respecto a la novela?
Sí, claro.
—¿Hay humor en ella?
Sí. Aunque de un tipo muy diferente al desplegado en mis libros anteriores. No tan absurdo ni tan surrealista.
—¿Qué clase de humor?
Más británico. Irónico, sarcástico, flemático. Y con mucha crítica social.
—¿Y qué más podré encontrar en tu novela?
Pasión por la música. Sobre todo por el rock clásico de los setenta, ya sabes, Deep Purple, Jethro Tull, Rory Gallagher, Yes, Led Zeppelin, Rolling Stones, Thin Lizzy, James Gang, Cactus, The Allman Brothers Band, etc.
—Pero, ¿y qué pasa con aquellos o aquellas a los que no nos gusta la música rock? ¿Nos aburriremos como ostras?
Confío en que no. Además de la música en mi novela trato de muchos otros temas. Para que te hagas una idea, la música en mi libro es como la banda sonora de una película, suena de fondo, para realzar o enfatizar una determinada atmósfera, o incluso para poner en contexto al lector ante una situación determinada, pero no resulta invasiva, ni acaparadora. O eso espero. Déjame ponerte un ejemplo práctico. Yo no tengo ni idea de medicina, ¿vale? Y aún menos de ginecología. Sin embargo, el año pasado me leí un libro escrito por Adam Kay, un médico residente londinense de ginecología que, a través de las páginas de su libro, va desgranando las virtudes y miserias del servicio de sanidad público británico. Y lo hace de una manera cercana, con un lenguaje sencillo, que consigue captar la atención tanto del profesional como del profano, haciendo uso de esa ironía y esa manera tan británica de sacarle punta a todo. Como dije al principio, yo no soy médico, sin embargo, a pesar de aparecer en él numerosos casos prácticos y términos clínicos o médicos, en ningún momento me aburrió o me sacó del libro, al contrario, me enganchó desde el principio y no lo abandoné hasta acabarlo. Y lo disfruté muchísimo.
—Antes decías que, además de la música rock, en tu novela tratas de muchos otros temas. ¿Qué temas exactamente?
Amor, amistad, literatura, crítica social, reflexiones, dudas existenciales, reconciliación con el pasado...
—Vale. Ahora hablemos de temas más prácticos. ¿Qué precio tiene el libro?
El libro en papel lo he puesto a 11 euros. Y la versión digital tiene un precio de 3,15 euros. A mi modo de ver son precios bastante asequibles, teniendo en cuenta los costes de producción. Además, todos mis libros están suscritos al plan Kindle Unlimited, por lo que son susceptibles de entrar en campañas y promociones realizadas por Amazon con independencia del autor, de modo que en momentos puntuales su precio podría variar, e incluso salir gratis, para los afiliados a este sistema de lectura.
—Oye, pues me has convencido. Me han entrado ganas de leer tu novela. Resérvame un ejemplar.
¿En serio? Vale. Hecho. ¿Lo quieres en papel o en digital?
—No tengo manos, Pedro.
Huy, perdona. Fallo mío. Digital entonces.
—Sí. Digital.
Hecho. Ya me dirás qué tal. ¿Quieres que te lo dedique?
—No. Lo que quiero es que me dejes unos días para leer con calma y disfrutar de la lectura. Vamos, si a usted le parece bien, señor autor.
Por supuesto. A tus pies, blog.
—Tampoco tengo pies, Pedro.
Ah, claro. Pues permíteme postrarme a tus códigos y algoritmos. ¿Te parece bien?
—Desaparece, anda, desaparece. Y déjame leer tranquilo.
Pues eso, que ya tengo novela nueva en el mercado. Ojalá consiga una recepción igual de entusiasta a la que han cosechado mis otros libros. O mejor. Total, por pedir que no quede.
Os dejo el enlace a la web de Amazon pinchando aquí.
La próxima semana ampliaré detalles en torno a este nuevo artefacto literario, además de colgar un adelanto gratuito con algunas páginas de muestra, para quien desee hacerse una idea del contenido.
Hasta entonces, recibid un afectuoso abrazo.