viernes, 14 de julio de 2017

MI BLOG, COMO SIEMPRE...



Hola, Pedro.
Hola, blog.
¿Todo bien?
Sí. Bien.
¿Seguro?
Seguro.
¿Seguro, seguro?
Sí. Seguro, seguro.
¿Seguro, seguro, seguro?
A ver, ¿qué pasa? ¿A qué viene ese tonito?
¿Qué tonito?
Ese.
¿Este?
Sí. Ese. ¿Estás mosqueado conmigo por algo o qué?
Pues mira, ahora que lo dices: sí, estoy mosqueado contigo.
¡Qué novedad! Y dime, querido blog de mis entretelas, ¿qué he he hecho yo esta vez para haberle causado a usted semejante estado de mosqueamiento, si puede saberse?
Que me haya tenido que enterar por los comentarios de nuestros lectores y amigos que has estado jodido de lumbalgia estos seis últimos meses...
Ah, es por eso.
Pues sí. Es por eso. ¿Es que no merezco que me cuentes lo que te pasa? ¿Acaso no formo parte de tu vida? ¿No pertenezco a tu círculo íntimo?
A ver, por partes. ¿Mereces saber lo que me pasa? Mi respuesta es que no. ¿Formas parte de mi vida? Bueno, a una escala pequeña, minúscula, casi microscópica, supongo que sí, que lo haces, del mismo modo en que forman parte de mi vida mis libros y mis discos y no por ello les cuento lo que me pasa. Y en cuanto a tu tercera pregunta, ¿perteneces a mi círculo íntimo? Rotundamente no.
Vaya. Es bueno saberlo.
Pues ya lo sabes.
Lo has dejado bastante claro.
Además, supongamos —y esto es una mera suposición, así que no te flipes—; como te decía, supongamos que te hubiese contado lo que me pasaba. Sinceramente, no sé cómo ni en qué me habrías ayudado.
Podría haberte puesto en contacto con blogs de medicina.
¿Quién? ¿Tú?
Sí. Yo. ¿Qué pasa?
Creía que sólo visitabas blogs eróticos o pornográficos.
Bueno, sí. Pero también tratan de anatomía, ¿no?
Sí, de “anatomía de Grey”, no te jode.
Mal libro y peor película.
No sabía que hubieses leído el libro.
Ni siquiera lo acabé. Era tan malo que no me podía creer que hubiese logrado vender tantos millones de ejemplares. ¿Soy yo o la peña está muy mal?
Habría mucho que debatir en cuestión de gustos.
Ya. Bueno, ¿y en qué andas metido ahora?
Llevo semanas buscando una buena silla de escritorio.
¿Y?
Pues que no es tan sencillo pillar una como parece.
¿Ah, no? ¿Y eso?
Por mi problema de espalda ha de reunir una serie de requisitos indispensables. Que sea cómoda, ergonómica, giratoria, que me permita ajustar la altura, que tenga reposabrazos; en fin, que no me vale cualquier cosa. Pasarte tantas horas sentado es lo que tiene...
Sí, que se te pone un culo gordísimo.
No, me refería a que la espalda sufre mucho si pasas mucho tiempo sentado.
Sí, ya. Y también se te pone un culo gordísimo.
Y dale. ¿Qué te pasa a ti con mi culo?
A mí nada. Yo sólo digo que tienes un culo...
Gordísimo.
¿Ves como no soy el único? ¿A que tú también te has visto el culo tan gordo que se te ha quedado en estos meses?
Eres un capullo, ¿lo sabes, no?
Sí. Lo sé. Forma parte de mi encanto.
¿Tu encanto? ¡Tú no tienes encanto!
Eso es lo que tú te crees. A ver si te piensas que todos los que se pasan por aquí lo hacen atraídos por las mierdas que escribes.
No, qué va. Vienen a verte a ti.
Pues sí. ¿Y sabes porqué? Porque tengo algo de lo que tú careces: carisma.
¿Ah, sí? ¿Consideras que tienes carisma?
Para dar y regalar.
Sí, ya.
Admítelo. Tengo encanto, chaval.
¿De veras? Uhm, vaya. Pues qué suerte la mía, ¿no? Casi debería estar agradecido a los astros por haber cruzado nuestros destinos.
Pues sí. Deberías.
Y oye, “Mr.Carisma”, ¿sabrías decirme la razón por la que, según las estadísticas del blog, las visitas han bajado tanto en estos meses?
¿Y qué querías? Te has pasado seis meses sin actualizar.
O sea, ¿me estás diciendo que tu “carisma” no ha sido suficiente para mantener el nivel de visitas en los meses en que he estado ausente?
Bueno...yo...
No sé, llámame loco, pero tenía entendido que alguien carismático es alguien perfectamente capaz de atraer la atención y el interés sobre sí mismo independientemente de la aportación de terceros, en este caso, yo y mis “mierdas”.
Sí...ya...claro...ejem...en teoría eso es así...sin embargo...dada la complejidad de Internet, habría que tener en cuenta ciertos factores que...
¡Cierra el pico!
¿Qué?
He dicho que cierres el pico. A ver, capullín, ¿de verdad eres tan altivo que no tienes los santos bemoles de admitir cuando estás equivocado?
¡Yo no estoy equivocado!
Deja de hacer el ridículo, ¿quieres?
Ridículo lo serás tú.
¿En serio? ¿En serio quieres jugar a eso tan infantil del “y tú más”? ¿Es que tienes cinco años?
No. Tengo tres y medio. Casi cuatro.
Lo sé.
No seas condescendiente conmigo.
Y tú no seas tan tocapelotas.
Vale. Lo siento. ¿Amigos?
No. Mejor seguimos como hasta ahora. Yo seguiré siendo un autor en busca de lectores y tú seguirás siendo el blog donde exponer mi trabajo.
Vale. Como quieras.
Y ahora, si me disculpas, he de seguir trabajando en mis “mierdas”.
Está bien. Te dejo trabajar tranquilo.
Eso espero. Y, por favor, no hagas ruido. Necesito silencio absoluto para concentrarme. Tengo mucho trabajo por hacer.
De acuerdo. Oye, antes de irme, ¿puedo decirte una cosa?
Que sea breve.
Celebro que hayas vuelto. Te he echado mucho de menos. Esto no ha sido lo mismo sin ti. Que lo sepas.


En fin, este es mi blog: capaz de lo mejor y lo peor. Sinceramente, hay ocasiones en que quisiera estrangularlo y darle al botón de “eliminar”, pero en otras consigue emocionarme y hacer que desee seguir avanzando en mi continuo aprendizaje por esos mundos blogueros de Steve Jobs.
Decidme, ¿vosotros qué haríais en mi lugar?





10 comentarios:

  1. Hola, Pedro!
    Caí aquí por el comentario que dejaste en mi blog, el cual te agradezco encarecidamente.
    Por esta conversación que tuviste con tu blog, veo que tenemos algo en común, y es ese sentimiento de amor-odio que nos embarga a veces a los que pertenecemos a la así llamada "blogosfera".
    Si te sirve de consuelo, cuando abrí el blog, no fue hasta dos años después que comencé a publicar con regularidad. No obstante, nunca estuve totalmente satisfecha, sentía que lo que escribía no me llenaba lo suficiente, por lo que terminé por dejarlo durante bastante tiempo (más de dos años).
    Sin embargo, un día de noviembre de 2016, después de leer "Cómo ser mujer", de Caitlin Moran, me dio una venada irrefrenable por retomar lo que había dejado atrás. Desde entonces, estoy encantada. No es que recuperase la ilusión, porque nunca llegué a tenerla del todo en el pasado, sino que experimenté por fin esa satisfacción que tanto me faltaba.
    Con todo esto lo que te quiero decir es que es normal tener estas discusiones con el blog, pero no hay que hacerles caso a sus arranques infantiles. Hay que seguir dándoles vida, porque francamente creo que es algo que vale mucho la pena, a pesar de los pesares.
    PD- Ya te lo dije en el comentario de mi espacio, pero por si las moscas: gracias por esa estupenda recomendación que me hiciste ;)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Mrs. Sofía!

      Gracias por devolverme la visita; y confiando en que no me taches de "copión", también deseo que te "sientas como en casa" en este espacio reservado al absurdo. ; )

      Como te dije en mi comentario en tu blog, me gustó lo que leí tuyo. De hecho, se me pasó comentar que también leí un artículo tuyo en el que hablabas de uno de mis autores de cabecera: el gran Charles Bukowski. De él te lo recomiendo todo. Absolutamente. Independientemente de los temas que trata en su obra, (algunos no "apto para todos los estómagos y sensibilidades"), Bukowski es un escritor soberbio, que domina el ritmo como nadie y que, a poco que entres en su mundo, acabas enganchándote a él.

      Me ha parecido muy curioso que me hables de Caitlin Moran. Precisamente "Cómo ser mujer" es uno de los libros que tengo en mi estante de pendientes. De ella leí recientemente "Cómo se hace una chica" y lo disfruté muchísimo. Si no lo has leído te lo recomiendo al 100% Me encanta el humor que despliega Caitlin en toda la novela, aparte del hecho de hablar sin tapujos de sexo, drogas y rock and roll (parece un eslogan, pero es que el libro trata de eso precisamente, del despertar al sexo de una adolescente en un barrio bajo de los Midlands, y de su sueño de salir de la miseria que la rodea convirtiéndose en una escritora y periodista musical). Como digo, 100% recomendable. Te hará pasar muy buenos momentos.

      Me alegra que hayas acogido con tanto interés mi recomendación del libro de Eve Ensler y sus "MONÓLOGOS DE LA VAGINA". Creo que si consigues acceder a él te va a encantar leerlo. Por momentos te asombrará, en otros te enternecerá y en otros, simplemente, te hará sentirte una verdadera afortunada de haber nacido en esta época de grandes conquistas y descubrimientos para la mujer.

      Mi relación con mi blog es un tira y afloja constante. Ya va para cuatro años que estamos juntos en esta aventura y en ese tiempo hemos vivido de todo: bueno, malo y regular. Sin embargo, si te soy sincero, tengo más cosas que agradecerle que cosas que reprocharle (sssssh, esto te lo digo en voz baja, que no se entere, que luego se me sube a la chepa y...¡menudo es el chaval!). ; )

      Lo dicho, un placer saludarte y leerte. Nos leemos. Y gracias por la visita. ; )

      Eliminar
  2. Hola Pedro,
    Cuando compartiste en facebook este diálogo, me pillaste fuera de órbita, pasando el fin de semana junto al mar y me contenté, de momento, en hacer un breve comentario por el móvil (pues es un coñazo teclear mucho rato por él) y dejar para la vuelta esta pequeña reflexión.

    Que hayas retomado tus, a veces agrias, discusiones con tu blog es muy buen síntoma, de salud física y mental.
    He estado pensando en lo que te dije y creo que deberías considerarlo más que como un amigo, como un hijo, un tanto díscolo si quieres, pero un vástago al fin y al cabo salido de tus entrañas (¿ es el cerebro una extraña entraña?), y, por lo tanto, a pesar de las diferencias y discusiones, seguro que sientes un amor incombustible por él. Y él por ti pues te debe la vida. Y creo sinceramente que le has dado muy buena vida y motivos por los que sentirse orgulloso de ti. Y viceversa.
    Me alegro de veras que haya renacido esta relación, aunque un tanto tormentosa, paterno-filial.

    Quedo a la espera de ver cómo hacéis y nuevas muchas cosas juntos.
    Un fuerte abrazo, Pedro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos, Josep.

      Lo vi; vi tu comentario en el Facebook y lo comenté. A mí tampoco me gusta mucho escribir fuera de mi ámbito natural, que es el teclado del PC. Me siento limitado cuando escribo desde la tablet, por ejemplo, ya que no me permite usar las tildes ni ciertos caracteres y el teclado es tan minúsculo que experimento algo así como una tortura china cada vez que tengo que usarlo; y eso sin contar con el dichoso corrector automático, que salta a la primera de cambio y escribe lo que le da la gana (más o menos como mi blog cuando se pone farruco).

      Cuando creé el blog, hace ya unos cuantos años, lo hice con la única intención de dar a conocer mis escritos. Me costó arrancar. Supongo que como a casi todos los que empezamos en esto del bloguerío (¡Toma palabra nueva! ¡Chúpate esa R.A.E.!) Me pasé muchos meses publicando material para una audiencia estimada de entre doce y trece personas, y eso me desanimaba, hasta el punto de plantearme dejarlo a los pocos meses de haberlo creado. Pero un día una amiga de un amigo me habló de las comunidades Google Plus, y ahí cambió todo. Me empapé de todo aquello y, con el tiempo, me vi interactuando con otros blogueros y blogueras que, como yo, tenían algo que decir y muchas ganas de compartir cosas. Pronto empezaron a llegar los premios y los reconocimientos, y la comunidad de lectores empezó a crecer de manera exponencial. Eso me llevó a mi siguiente paso: publicar al fin mi primer libro de relatos. Y lo hice, publiqué. Y eso me permitió quitarme al fin esa espinita que llevaba tantos años clavada.

      Hoy cuento con una importante base de lectores y, en algunos casos como el tuyo, incluso amigos, amigos con los que he compartido experiencias, dudas y confidencias al margen del blog. A algunos les he perdido la pista -el ciberespacio es tan inmenso e inabarcable que es normal que ocurra algo así-, y a otros los sigo visitando y leyendo en sus blogs siempre que puedo, o recibiendo y leyendo sus comentarios en el mío. Por todo ello, son más las cosas que tengo que agradecerle a este blog que las que reprocharle, como le decía a Mrs. Sofía en mi comentario anterior.

      Ya va para tres años del inicio de esta incierta aventura bloguera, y, si mi salud y mi ánimo me lo permiten, espero seguir dando guerra por unos cuantos años más. Por el camino he conocido a gente maravillosa que, de otro modo, jamás habría conocido, y con algunos mantengo una relación fantástica. Y todo eso se lo debo al blog. Así que imagínate si le tengo que estar agradecido o no. Mi blog y yo somos uno. ; )

      Gracias por estos años de camaradería, amigo Josep; mi blog y yo te estamos muy agradecidos por ello. : )

      Un fuerte abrazo, Josep.

      Eliminar
  3. Coincido, estimado amigo, con el comentario de Josep María -creo que alguna vez te lo comenté- en cuanto a nuestra visión de una relación paterno-filial entre tú y esa "encantadora criatura", un tanto díscola y toca-pelotas a veces. Mi propio "alter ego", es decir, mi blog, se dirige a mí como "Padre" (la mayoría de las veces con un "PAAAAADREEEE", quejumbroso y pusilánime), lo cual le ha servido para seguir vivo. Está claro en su caso (el de ustedes) que están hechos el uno para el otro, así que cuídense mutuamente que de tal relación sólo pueden salir cosas buenas (me estoy acordando de "Los Roper", ay, que viejuno me siento.
    Fírmole como JOSÉ FLORENTINO este comentario ANÓNIMO, pues, últimamente, mi teléfono, el Sr. Gúguel y yo no nos entendemos bien.
    Saludos a repartir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hombre, Don José Florentino! Pues mira, déjame decirte algo. Al ver que el titular del comentario era un tal "anónimo", lo primero que pensé fue que tras el tal "anónimo" se escondía mi propio blog. Ya ves. No me fío de este "pájaro", capaz de hacer cualquier cosa con tal de perpetuar su supervivencia. En fin. Me alegro de que sea usted y no él.

      Yo también me acuerdo de "Los Roper". Y de "Un hombre en casa", que fue la matriz, y de "El nido de Robin", que fue la secuela de la primera. Cómo olvidar a la entrañable Mildred y al vago de George. Mítica serie, sí señor. Algún día tendré que escribir un post sobre todas aquellas series que formaron parte de mi formación humorística allá por los tardíos setenta y toda la década de los ochenta. De ahí bebe mi humor, del humor típicamente inglés. Adoro ese sentido del humor, la fina ironía, la flema británica, el sarcasmo, el saber reírse de sí mismos y de todo en general. Soy un fanático "british". Y sí, también soy viejuno. Y a mucha honra. Que bastantes años me ha costado llegar hasta aquí. Ea. He dicho. ; )

      En cuanto al tema de la sincronización de los dispositivos, poco le puedo ayudar yo. La informática y yo como que nos llevamos regulín regulán. Casi mejor recurra a la sapiencia de un niño de entre cinco y nueve años, porque, ya se sabe que hoy en día los niños vienen "con un móvil bajo el brazo". ; )

      Saludos recibidos, repartidos y retornados. Un abrazo, Don José.

      Eliminar
  4. Si te sirve, yo también tengo conversaciones extrañas conmigo misma, (porque el blog) es una parte importante de nosotros y nuestra necesidad de expresión. Me has hecho reír, :) Me alegra ver ese humor que desprenden tus letras, y la ironía en el que está envuelta cada palabra.

    Dile a tu blog, eso sí, que te trate con más cariño. ¡Ya le vale!!! ;)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Irene!

      Me alegra saber que no soy el único que mantiene "extrañas conversaciones" consigo mismo. Llevo hablando (y discutiendo) conmigo mismo desde que era un adolescente. Nuestras discusiones han sido épicas...¡si yo te contara la de cosas que nos hemos dicho! Algunas serían ciertamente irreproducibles. ¡Imagínate! ; )

      ¿Sabes? Me ha gustado eso que has dicho de "Me has hecho reír". Me encanta provocar algo con mis letras, y si ese algo es un sentimiento tan positivo como el buen humor y la alegría, mejor que mejor. Considero que hoy día existen demasiadas cosas en el mundo que nos quitan las ganas de reír, o de sonreír al menos; así que si he conseguido provocar que sonrías al menos por unos minutos, sólo puedo decir: ¡Misión cumplida! : ))

      He de decirte que mi blog lee todo lo que aquí se publica. Con esto quiero decir que ha leído tu mensaje y me consta que ha tomado buena nota. Ya te contaré. ; )

      Un abrazo, Irene. Y muchas gracias por la visita, por tu comentario y por ese buen rollo que transmites. Se agradece. : )

      Eliminar
  5. Me encantan tus conversaciones con tu blog. Es una forma de descargarse. La verdad tu ironía me anima a enfadarme con mi blog si tapujos. A veces me enfado con él y le digo hasta insultos. Pero por otro lado qué culpa tiene él de ello si pone lo que yo escribo. Cada momento me gusta mas tus absurdas sinrazones. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy absolutamente convencido de que tu blog ni por asomo es tan deslenguado y procaz como el mío. De hecho, no creo que haya un blog tan deslenguado ni con tan poca vergüenza en el Universo bloguero. Aunque igual me equivoco.

      Eliminar