martes, 23 de abril de 2019

DESMOTIVACIÓN




Llevaba unos días, semanas más bien, bastante desmotivado. Y considero que ha llegado el momento de explicar el porqué de esa desmotivación.
Honestamente, el cierre definitivo de Google Plus, acaecido el pasado 1 de abril, ha supuesto un duro golpe para un blog como el mío, que recibía la mayoría de sus visitas procedentes de esa red social.
En mi último recuento, en Google Plus tenía 495 seguidores. Puede que de esos 495 seguidores hubiese entre 200 y 250 que ya no operaban en las redes; igual habían abandonado la actividad y no habían encontrado tiempo ni ganas de eliminar sus perfiles de Google. Los entiendo. A mí también me da pereza según qué cosas relacionadas con las redes sociales.
Así que, si quitamos 250 a los 495 del principio, nos quedarían 245 seguidores.
De esos 245 seguidores pongamos que haya 100 que ya no tienen tiempo para leer blogs, que dejaron de interesarles hace tiempo, pues tienen cosas más importantes que hacer como criar hijos, tener a sus jefes contentos para que no les despidan o asistir, aunque a regañadientes, a esas tensas y aburridas reuniones familiares que el iluminado entusiasta de turno que hay en todas las familias se encarga de organizar para «hacer piña». Además, el iluminado entusiasta de turno siempre, pero siempre siempre, tiene la buena costumbre de colocarte en la mesa junto al cuñado o cuñada con el que no te hablas, «a ver si así aprovecháis para limar asperezas, hombre». Ya te limaré yo a ti otra cosa, entrometido de los coj…
Esto nos deja con 145 seguidores.
De esos 145 pongamos que 45 sean blogueros, y que, por esa misma razón, se ven obligados, por pura supervivencia, a seguir a otros blogs, para que éstos, a su vez, les sigan a ellos, creándose entre todos ellos una especie de efecto «pescadilla-que-se-muerde-la-cola», en el que todos se retroalimentan en un bucle infinito de lecturas obligadas si no quieren ser expulsados del grupo de blogueros que se leen, se comentan y se siguen entre ellos, como castigo a su osadía por querer romper el círculo vicioso en el que se hallan inmersos. En cierto sentido me recuerdan a aquellas cadenas de mensajes que te llegaban a través de algún conocido —ni siquiera amigo— donde te advertían de manera clara y contundente: «Ni se te ocurra romper la cadena, torpe de mierda, porque, si lo haces, caerá sobre ti y tus descendientes una maldición milenaria súper chunga de la hostia que hará que se te quiten las ganas de romper cadenas de Internet por los siglos de los siglos. Amén».
O sea, que quitando a esos 45, nos quedan 100; cien personas interesadas, de verdad de la buena, en leer algo que les excite, les agrade y les haga disfrutar de un agradable momento de lectura, evasión y diversión.
Pero no lancemos aún las campanas al vuelo; no sólo porque pesan un huevo, sino porque a ver si al caer vencidas por la ley de la gravedad resulta que le dan a alguien en la cabeza y tenemos que lamentar una desgracia.
Nos habíamos quedado en 100. Vale. De esos 100 que quedan pongamos que hay 50 que sólo leen de vez en cuando, si no tienen nada mejor que hacer, y que sólo lo hacen si algún amigo o amiga les hace llegar el enlace al post en cuestión con un mensaje adjunto del tipo: «Eh, tío, o tía, tienes que leer esto, o esta. Está súper guay, colega, o colegui, o como carajo se diga “persona por la que se siente una especial relación de afecto o amistad” en lenguaje inclusivo, no vaya a ser que se nos eche encima una de esas tropecientas mil asociaciones de gente tan aburrida de su vida como para andar preocupándose de cómo deben vivir la vida los demás y que andan ojo avizor por las redes denunciando a todo el que no piense como ellos. Pregunto: ¿Les sonará a esta gente el concepto “entrometido o entrometida de los coj...”? En fin, ya sabemos lo que nos gusta a los seres humanos decirles a los demás cómo deben vivir sus vidas, aún cuando no tengamos ni puta idea de cómo vivir la propia».
Vale. Recapitulemos. Una vez hecha la última criba resulta que nos quedan 50 seguidores.
50. Es decir, cincuenta. Pues vale. Guay.
Ahora pongamos que de esos 50 que nos quedan hay 25 a los que les da pereza leer a «ese tío que escribe humor absurdo, que lo hace muy bien y todo lo que tú me digas, y que seguro que merece la pena pillarse alguno de sus libros; pero ahora mismo no tengo yo el cuerpo para andar comprándome libros de gente que no está avalada por una editorial de prestigio, ni por un crítico de ésos de postín que adoran a Joyce y a Roberto Bolaños, aunque escriban mierdas pretenciosas y condenadamente aburridas, pero como todos los críticos guays dicen que hay que leerse a esta peña para ser considerado un lector crema y un amante de la literatura ni que fueran a tener relaciones sexuales con ella, carajo, pues eso…».
Lo cual nos deja con 25 posibles lectores.
Y ahora, en un suponer, pongamos que de esos 25 que quedan hay 15 que se dicen a sí mismos: «La verdad, siendo honesto u honesta del todo, antes que leerme a este tío prefiero leerme un manual todo tocho de 100 páginas para aprender a manejar la tele 8K de puta madre que acabo de pillarme en el sitio ése “porque yo no soy tonto” y que un técnico de la NASA me acaba de instalar, junto a ese equipo de sonido guapo que te cagas, capaz de reproducir con una fidelidad del quince la sala de un cine pero en el salón de mi pisito de mierda, ése en el que las paredes son tan finas que si la vecina del quinto se tira un pedo lo más probable es que lo oigamos los catorce vecinos que formamos la comunidad, y que, por esa misma razón, me veo obligado a no subir el volumen de la tele más arriba del 3 en una escala de 10».
O sea, que nos quedan 10 seguidores.
¡¡¡Diez seguidores, por el amor de Dios!!!
Es decir, que de 495 seguidores en Google Plus sólo me leen 10.
¿De verdad? ¿En serio?
Pues, ¿sabéis qué os digo? ¡Que le den por saco a Google Plus!

Menos mal que aún hay un puñado de lectores que me tienen en sus listas de «libros pendientes de pillar algún día en Amazon, cuando me dé la vena loca de pillar algo de un autor desconocido del que llevo leyendo opiniones más que positivas en reseñas de blogs de blogueros que sigo y cuya opinión me merece crédito y que siempre me digo a mí mismo o mí misma ¡coño, pues igual ha llegado el momento de darle una oportunidad al menda éste, total, para la mierda que ponen en la tele, por muy 8K que sea!».

No sé. Igual no está todo perdido. Parafraseando a Blanche DuBois, habrá que confiar en la bondad de los extraños, ¿no creéis?
Si es que me quejo de vicio, coño.
¿O no?

NOTA FINAL: Si no me tienes en tu lista de libros pendientes de comprar un día de éstos, bien porque no me has leído nunca y no sabes de qué van mis libros o bien porque aún no tienes muy claro si merece la pena gastarse unos pocos euros en el libro de un menda que se lo hace todo en plan Juan Palomo, aquí te dejo unos enlaces a los adelantos gratuitos de mis tres libros publicados hasta el momento (pincha sobre cada título para acceder al enlace):


Ea, con Dios.


25 comentarios:

  1. Yo no sé de dónde me cogen los blogueros que me siguen, pero no he notado cambio con la desaparición de G+. Te contaré que yo, a la hora de leer blogs, me guío por la lista de blogs favoritos que tengo en el mío. lo reviso a diario, veo lo que se ha publicado y lo leo. Con eso te digo que a mí, Facebook, Twitter o G+ nunca me han guiado en mis lecturas de blogs, a no ser de forma muy puntual si alguna vez veo algo que me llama mucho la atención.
    ¿Realmente has notado bajón con lo de G+?
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.

      Contestando a tu pregunta: Rotundamente sí. El cierre de G+ ha supuesto un duro golpe para mi blog. Como dato objetivo, te diré que en esta nueva andadura tras el parón del año pasado, mis visitas antes del cierre de G+ oscilaban entre las 180 y las 210 visitas por post publicado. Desde que se hizo efectivo el cierre, incluso desde un mes antes, las cifras oscilan entre 60 y 80. Y bajando.

      En Twitter mi presencia es testimonial. No es una red social que domine ni que me interese demasiado. No soy de seguir hilos ni discutir de temas que poco o nada me interesan, además de robarme tiempo para otras cosas que sí que me interesan.

      Facebook se ha convertido en un negocio en el que si no inviertes dinero apenas tienes presencia en los muros de tus contactos. Hace poco me enteré de que para que tus publicaciones le lleguen a todos tus contactos éstos tienen que pinchar específicamente en tu cuenta como "Seguir publicaciones" o algo así. Abrí una página de Facebook exclusiva para el blog, y apenas llego a los 25 ó 30 impactos.

      Tengo una amiga que me ha hablado de abrirme una cuenta en Instagram, pero otra me dice que ella tiene cuenta allí y que sus publicaciones apenas tienen impacto. Así que estoy un poco desubicado.

      Hace poco abrí cuenta en MeWe. Alguien la nombraba como una alternativa a G+, pero, por mi experiencia, puedo decir que ni de lejos. Aquello, al menos para mí, es un páramo. Con decirte que sólo tengo seis contactos.

      En fin, ya veremos por dónde tiraré. Igual ha llegado el momento de plantearme cerrar el chiringuito y centrarme en otras cosas que tengo en mente.

      Gracias por pasarte por aquí y por comentar, Rosa. Besos.

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  2. Pedrooo! Me alegra saber de ti, estaba pensando en mandarte un correo.
    Yo sí que he notado el cierre de G+, unido a que ya no me presento a los retos. Ahora me visitan unos cuantos, entre los que te encuentras, que generosamente y sin obligaciones me regalan su tiempo y sus palabras. No son muchos, pero son fieles y eso es de agradecer. Te mando un fuerte abrazo.

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    1. ¡Vilmaaaaaaaaaaa! : ))

      ¿Cómo te va todo, Ana? Yo ando un poco desanimado. Llevo tres meses en el que solo he vendido 3 ejemplares de mis libros. O sea, ni pa' pipas. Y eso que almas generosas como Kirke Buscapina o Mari Carmen Piriz se han tomado la molestia de promocionar mi obra allende los márgenes de mi blog y mis redes. Pero ni con esas. La cosa está francamente difícil. Como le digo a Rosa en mi comentario anterior, igual ha llegado el momento de plantearse si todo el tiempo y esfuerzo que dedico a esto me merece realmente la pena. Para trabajar gratis, casi prefiero invertir mi tiempo en rascarme los sobacos, como le gustaba hacer al difunto Bukowski.

      Gracias por la visita y el comentario, Ana. Se agradecen los ánimos. Un abrazo, Vilmaaaaaaaaaa.

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  3. Dear Mr Fabelo,

    Please, don't close 'the chiringuito'.

    We like you...

    A big hug, dear writer!

    Miss Guerrero ;)

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    1. Dear Miss Guerrero,

      Thank you very much for your sympathy towards my literary work and, by extension, towards who writes them, which coincidentally is me. I appreciate your words, because I know that they are sincere and spontaneous, and that gives them more value for me.

      I still remember the surprise that I took the day that I got one photo of a (then) unknown reader who had the happy idea of ​​photographing a passage of my first book and do with it a beautiful composition.

      That reader continued reading me, month after month, year after year; and, while she was doing it, she was putting kind and nice comments on my blog.

      One day I received another nice photo of the same author. It showed my three books of short stories exposed on a shelf. What did I feel when I saw the picture? Emotion. Satisfaction. Gratitude.

      Thank you, Ms. Guerrero, for reminding me again that there are more exciting things than selling a lot of books or that my blog has more or less visits.

      Receive an affectionate greeting from this grateful writer.

      A big hug, dear reader.

      Mr. Fabelo.

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  4. Google Plus era como tener dos blogs y mantenerlos a ambos era una pasada, la diferencia era que Goolge+ era mucho más dinámico que el blog y tantito que te descuidaras te absorbía totalmente, nunca me gustó, solo lo abrí para comentar en algunos blogs que lo tenían ligado, se iban agregando cada vez más personas y eso era una locura, descuidaba un sitio por atender el otro, lo fui dejando hasta quedar inactivo.

    Me gustó la forma de desgranar las cantidades hasta quedar en una.
    🌹

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    1. Saludos, Adel.

      Cierto que Google Plus daba su trabajo. No resulta fácil manejarse en redes. Al menos para mí no lo es. Hay que trabajar muchísimo y dedicarle muchas horas de duro trabajo de hormiguita para hacerte visible entre tantas publicaciones y blogs que publican contenido todos los días, a todas horas, y a cada minuto si me apuras.

      Sin embargo, gracias a Google Plus conseguí hacerme con una base de lectores más o menos fieles (ya sabemos que la fidelidad en el mundo bloguero no es algo que se estile demasiado. Hay tanto por leer y tan poco tiempo para hacerlo que, a veces, nos faltan horas para hacer y leer todo lo que nos interesa).

      Lo que cuento en el post es rigurosamente cierto: en mi último recuento de seguidores tenía 495. El descenso de visitas, también es cierto. En lo único que he exagerado un poco es en los motivos de la bajada de seguidores. Pero sólo un poquito, ¿eh? Palabra.

      Gracias por tu visita y por tu comentario, Adel. Se agradece.

      Saludos.

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  5. Ahora que nadie nos oye, literalmente hablando, te diré que, aunque parezca una blasfemia, el cierre de Google+ me la trae al pairo. Quizá será por aquel refrán que dice algo así como que cada uno cuenta la feria según le va. Porque me da que muy pocas visitas a mis blogs vinieron de esas Comunidades en las que me había registrado. A lo sumo, recibí unos cuantos (+) que son de agradecer, no vayas a pensar que soy un desagradecido.
    Entiendo que haya quien Google+ le resultase muy productivo para darse a conocer y relacionarse con otros bloggers, pero no era mi caso, o al menos eso creo, pues mis lectores, en su grandísima, por no decir exclusiva, mayoría han procedido y proceden de otros blogs amigos en los que me han descubierto como comentarista y la sana (o insana, según el caso) curiosidad les ha llevado hasta el mío.
    Lo de los cálculos matemáticos me ha hecho reír y a la vez recordar los que yo hice al vaticinar cuántas ventas tendría mi libro de relatos. Partí del número de amistades-contactos en facebook, que leerían mi autopromoción, a ellos les sumé los seguidores de mi blog "Retales de una vida", en donde también hice pública la autoedición en Amazon, que no los tenía agregados en facebook, y por fin añadí aquellas amistades que no tenían facebook ni leían mi blog pero a las que envié un mensaje muy chulo por WhasApp. De los doscientos y pico receptores de mi mensaje promocional, fui restando compradores siguiendo una serie de argumentos (este casi nunca entra en facebook y no se enterará, este creo que no lee, este es un rácano que no se va a gastar ni un euro en mi libro, etc., etc., etc. Al final quedaron unos 100 compradores potenciales, que no es moco de pavo. Pues bien, después de más de dos años de su publicación, el número de ejemplares vendidos (en formato papel y electrónico) han sido 31. No he llegado por los pelos a recuperar las inversión realizada. Y aun así puedo darme con un canto en los dientes. O menos da una piedra. Así que puedes aplicarte otro refrán que dice "A quien Dios se la da, que San Pedro se la bendiga", que no sé si tiene sentido aquí pero queda muy bien.
    Un fuerte abrazo y ánimo, amigo.

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    1. Saludos, Josep.

      Pues sí, aprovechemos para desahogarnos ahora que "nadie nos oye". O, más bien, ahora que "(casi) nadie nos lee". ; )

      Yo empecé con 10 ó 15 lectores. Eso duró un par de meses, hasta que un día una amiga de un amigo me habló de Google Plus. Investigué y me abrí una cuenta. Y a los pocos días me empecé a suscribir a diferentes comunidades de lectores y escritores. A raíz de aquello el ascenso de visitas fue brutal. En poco tiempo pasé de 15 lectores a 150. Y la cosa siguió subiendo mes a mes. Eso fue en 2015.

      Si mi memoria no me falla (algo que no garantizo), creo que nuestros caminos se cruzaron gracias a G+. Y así con muchos amigos y colegas blogueros, muchos de los cuales han ido desapareciendo progresivamente, tanto en su faceta de lectores como en su faceta de blogueros. Como tú bien sabes, llevar un blog exige un trabajo enorme que, en ocasiones, viendo el historial de visitas, hace que te plantees si realmente merece la pena tanto trabajo y tanto esfuerzo. Yo ya he pasado por este tipo de crisis en el pasado; y posiblemente volveré a afrontar nuevas crisis en el futuro. Así que, de momento, me tomaré esto como un nuevo bache en mi trayectoria.

      En cuanto a las previsiones de venta de nuestros libros, podríamos escribir un libro contando nuestras "aventuras y desventuras" editoriales. Aunque mucho me temo, amigo mío, que si nos diese por publicarlo se daría otro hostión de ventas de los que ya estamos acostumbrados. Así que mejor reservamos esa energía en limpiar los filtros del extractor de humos de la cocina, que buena falta nos hace (¡y qué pereza da hacerlo, carajo!).

      Un fuerte abrazo, y gracias por los ánimos. Te envío los míos (mis ánimos) de vuelta.

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  6. El mundo de las redes sociales es complejo y para quienes no las dominamos (porque tampoco nos interesan demasiado, no nos engañemos) es además muy, pero que muy, cansado.
    A mí me resulta un engorro andar todo el día publicando para que así la posible "audiencia" o los espectadores, o como se llamen a quienes te leen por ahí, estén pendientes y al día de lo que escribes. Ese estar continuamente visible para que la atención no decaiga es agotador, y nada acorde con la idea que yo tengo de una red social, por no añadir que eso nada tiene que ver con difundir una obra literaria.
    De todas formas, yo prefiero diez lectores conscientes y atentos que comentan de manera distendida pero que te dan su opinión o sus impresiones a cien lectores que te leen en diagonal y si te comentan es para decirte una frase de compromiso para quedar bien (aunque conmigo quedan fatal, la verdad).
    A mí, al igual que a Josep Mª, el cierre de G+ me trae al fresco. Es cierto que han bajado mis supuestas visitas al blog, y digo "supuestas" porque no me creo nada de las estadísticas de G+ (ni de las de ningún sitio) ya que estoy segura de que muchas de esas visitas son realizadas por buscadores automáticos que buscan vete tú a saber qué y que, supongo que despistados, recalan en mi blog.
    En fin, Pedro, no te deprimas, sigue con tu labor de escribir que a quienes nos gusta tu narrativa te seguiremos con o sin G+, ya nos buscaremos las mañas para leerte.
    Un abrazo.

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    1. Saludos, Kirke.

      Pues sí, te doy toda la razón: el mundo de las redes sociales es complejo. Y añado: y bastante agotador. Al menos mentalmente. A mí me agota. Y, según el día, ¡me da una pereza que no veas!

      Yo siento algo parecido a lo que tú sientes: me resulta agotador mantener mi presencia en las redes. Si a eso le sumas lo mucho que me agobia estar dando el coñazo con mis libros (joder, si hasta he puesto adelantos gratuitos a disposición del personal y el conteo de visitas a esos adelantos gratuitos es de risa -o de pena, según se mire-), pues apaga y vámonos.

      A mí el cierre de Google Plus me ha afectado por el número de visitantes al blog. Por lo demás, no deja de ser un negocio como otro cualquiera: si no da beneficios, se chapa y a otra cosa mariposa. Un día de estos le pasará lo mismo a Twitter o a Facebook. Incluso a Blogger, si me apuras. Y me temo que el día que eso llegue, que tenga que pagar por escribir, será el día que diga "eso es to, eso es to, eso es todo amigos", como el colega Porky.

      Gracias, Kirke. Seguiré tu consejo y procuraré no deprimirme más de la cuenta. Aunque te lo aviso: mis mejores piezas las he escrito fruto de mi frustración. Cuando soy feliz, no escribo un carajo. ; )

      Un abrazo, Kirke.

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  7. Yo sí que he notado un bajón en el número de seguidores, pero me lo tengo merecido por cambiarme de blog de un día para otro (no la parte estética, no, todo entero y hacer uno nuevo de cero) y luego, a los pocos posts, desaparecer más de un año del panorama bloguero. Yo sí que me quejaría de vicio, por eso mismo voy a mantener la boquita cerrada jajajaja.

    Yo, igual que Rosa, leo las novedades de mi lista de lecturas de Blogger donde previamente he metido los blogs que me gustan e interesan. Confieso que cuando voy mal de tiempo no comento a quien no me comenta, y no es venganza, es que digo yo que si ellos entienden que no deben decirme nada, deben entender igualmente que yo no se lo diga a ellos, aunque les lea :) Como yo lo hago de esta forma, el tema de las redes sociales no me influye a la hora de leer. Para ser leída no lo sé, pero al igual que Kirke pienso que es agotador estar todo el día "en el candelabro" y paso mucho. Uso Facebook las temporadas que me da por ahí y a Mewe voy cada muchos días y por compromiso, nada más.

    Por lo demás lo importante es disfrutar con lo que hacemos, creo yo, aunque entiendo que no es lo mismo los que nos tomamos esto como un hobie a los que os dedicáis a ello profesionalmente; el nivel de presión es mucho mayor.

    Un post muy divertido, Pedro, ¡como siempre! Y espero que esa dasazón sea solo una pose literaria, ein?? :)

    ¡Un beso grande!

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    1. Hola, Julia.

      Google Plus, aunque lejos de ser perfecta, era la red social donde más cómodo me he sentido. Al menos logré pillarle el rollo tras varios años publicando y haciendo contactos a través de ella. Todo lo contrario de lo que me pasa con Facebook, que cada día entiendo menos. Y eso por no hablar de Twitter, al que nunca le pillé el rollo y hoy, cuatro años después, sigo sin pillárselo.

      Lo de cambiar de blog, dado lo inestable de este mundo de los blogs, puede ser considerado una temeridad. A menos que quieras hacer algo completamente diferente a lo anterior y necesites remarcarlo de alguna manera.

      Cuesta mucho trabajo "estar al día". Sobre todo si tienes otras ocupaciones e intereses ajenos al blog. En mi caso, hace tiempo que dejé de leer muchos de los blogs que leía por diferentes motivos: porque dejaron de publicar, porque publicaban todos los días o, al menos, tres y hasta cuatro veces por semana (lo cual es una barbaridad, además de una temeridad, ya que acabas quemándote y abandonando a las primeras de cambio); otras razones son porque sus temáticas se alejaban bastante de mis preferencias lectoras (ya sabes lo poco que me atrae la poesía, por ejemplo), o porque simplemente me quitaban tiempo para dedicarlo a corregir y maquetar mis libros, que llevan su tiempo, crear contenido para el blog, atender las redes, etc.

      Confieso ser de los que leen y comentan poco. No soy muy amigo de dejar palabras huecas y vacías solo por quedar bien. Tampoco me gusta todo lo que leo (soy mi peor crítico, así que imagínate), y no soy muy amigo de joderle la ilusión a nadie. Sé el trabajo que hay detrás de cada cosa que se publica, y, a menos que me haya costado dinero, prefiero guardarme mi opinión, o comentarla en privado con el interesado o interesada. Por la misma razón, tampoco dejo comentarios o doy "me gusta", o concedía "+1" en G+, sin haber leído el post en cuestión. Eso sí, lo que sí he hecho desde el minuto uno en que monté este tinglado ha sido contestar a todos y cada uno de los comentarios que me han ido dejando en el blog. Jamás he dejado un solo comentario sin contestar.

      Coincido contigo en que lo importante es disfrutar de escribir y publicar. De hecho, desde el momento en que deje de disfrutar, sabré que ha llegado el momento de parar y dejarlo correr. La vida es demasiado corta como para andar perdiendo el tiempo en cosas improductivas.

      Sabes, porque lo he dicho muchas veces, que mi ilusión sería poder vivir algún día de lo que escribo. Por suerte, no sólo existe la literatura. Aún tengo otros campos en los que explotar mi creatividad, y en ello estamos.

      Gracias por tu visita y tu comentario, Juliette. Y quedate tranquila. Como he dicho en algún comentario anterior, mi frustración actual obedece a una de esas crisis que me suele sobrevenir cada cierto tiempo. Ahora toca aguantar el chaparrón y confiar en que escampe pronto.

      Un beso, Juliette.

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  8. Hola, acabo de encontrar tu blog y no puedo entender cómo no vendes más. ¡Qué gracioso eres, jodío! Voy a seguir leyendo y a descargarme esos adelantos que ofreces :D

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    1. Saludos, Manu Crack. Aquí, "el jodío".

      Sírvase usted mismo. Aproveche la oferta hasta fin de existencias; o hasta que Blogger decida, como hizo con Google Plus, chapar el invento y ponérnoslo un poco más difícil a los autores pobres de solemnidad.

      Ya me contará usted qué le han parecido las piezas incluidas en los adelantos gratuitos. Ojalá consigan satisfacer su curiosidad y, ¡quién sabe!, igual habré ganado un lector más para la causa. ¡Que usted lo ría bien!

      Un abrazo, Manu. Espero volver a leerle por aquí.

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  9. Saludos, Julio David.

    ¡Cuánto tiempo! Me alegra saber que, aunque en modo silencio (como los móviles en las reuniones de empresa), has seguido dejándote caer por aquí en estos meses. Un placer reencontrarme con el máximo exponente de la "literatura Bonsai".

    Como ya he dicho anteriormente, a mí Google Plus me aportaba, además de visibilidad, una plataforma ideal para exponer mi trabajo gracias a las Comunidades de Lectores y Escritores, de las que solía recibir con frecuencia invitaciones para unirme a ellas. Eso te lo ponía todo mucho más fácil, ya que no te sentías un intruso en tierra extraña, sino alguien que sentía que aportaba algo por lo que otros mostraban interés.

    Allí, en G+, conocí a la mayoría de lectores y seguidores de mi blog. Con muchos incluso llegué a establecer una relación de cercanía que llega hasta nuestros días, lo cual, teniendo en cuenta lo vasto del ciberespacio y el inabarcable abanico de blogs que lo inundan, es algo muy a tener en cuenta.

    A mí me ha pasado un poco como a ti: de tener picos altísimos de visitas de hasta cuatro cifras a caer estrepitosamente hasta números de dos cifras. Eso sí, nunca sabré si las estadísticas de Blogger son como para tomarlas demasiado en serio, ya que últimamente me chivan que tengo visitas de lugares tan singulares como Alemania, Ucrania, Bélgica o Región Desconocida (supongo que este último debe ser un país en el que nadie conoce a nadie. Un lugar ideal para pasar desapercibido, ciertamente).

    Por favor, Julio David, que no pasen dos años para que vuelvas a dar señales de vida. Sin querer presionarte, ¿qué tal si lo dejamos en un año? Tal y como están las cosas, ¡a saber dónde estaremos dentro de dos años!

    Te envío otro abrazo transoceánico para ti, Julio David.

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  10. Hola Pedro personalmente no era una gran conocedora de Google+ pero sí le veía ventajas a nivel de conocer otros blogs y también llegar a otros lectores que no siempre estaban en blogger, también me permitió conocer a gente interesante en otros temas pero al final lo que más consultaba era el listado de blogs que sigo y es lo que sigo haciendo actualmente.
    Desanimarse? La escritura es para pacientes jajaja sobre todo en un país con un nivel lector tan bajo y en el que se apuesta tan poco por la cultura y menos por los escritores no consagrados.
    Muchos ánimos y por aquí seguiré volviendo aunque a veces tardo

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    1. Saludos, Conxita.

      Como tú bien dices: la escritura es para pacientes. ¡Y mira que se padece! ¡Lo que no está en los escritos, oiga! Se sufre, sí. Y mucho. Aunque a veces compensa, la verdad. Sobre todo cuando recibes feedback de tus lectores, diciéndote lo mucho que han disfrutado con algo de lo que has escrito con tanto esfuerzo, trabajo e ilusión.

      El oficio creativo es un pelín desagradecido, ya que no siempre se obtiene la recompensa que creemos merecer en función del trabajo y dedicación que hay detrás de cada obra que decides hacer pública. Tampoco ayuda el hecho de ver como cada vez nos lo ponen más difícil a los autores autoeditados el poder llegar al gran público sin que eso te salga por un ojo de la cara. Precisamente recursos es lo que nos falta a los escritores que no tenemos una editorial detrás. Y si esos recursos cuestan cada vez más dinero, pues apaga y vámonos.

      Espero que esta crisis, que no es la primera que sufro, acabe pasando como las otras, y que pronto vuelva a sentirme invadido por las ganas y la ilusión de seguir ofreciendo historias con las que hacer pasar un buen rato a quien decida sumergirse en ellas.

      Gracias por los ánimos, Conxita. Te lo agradezco.

      Recibe un fuerte abrazo.

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  11. Hola, acabo de conocerte y me ha encantado lo que he leído primero porque me ha hecho reír y segundo porque tienes mucha razón en muchas cosas que dices, o quizás haya sido al contrario y éste último es el primer motivo, no sé. El caso es que yo también tenía plus, y tengo FB y twitter e Instagram... pero como no soy muy asídua en ninguno de ellos pues tengo seguidores testimoniales. Y seamos sinceros, quienes escribimos en un blog es para que nos lean, en caso contrario escribiríamos en un cuaderno cuadriculado de toda la vida, ahora bien, después de leer que para tener seguidores hay que escribir 50 tuits al día o 100 entradas en Fb al día... vamos que tienes que estar todo el día escribiendo en cualquier sitio del ciberespacio menos en el blog de uno... si es así sigo como hasta ahora con mis fallowers testimoniales.
    SAludos.

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    1. Hola, Manuela.
      Bienvenida a este rinconcito. Con respecto a la frase con la que abres tu comentario, me vas a permitir que cite a un profesor de matemáticas que tuve en EGB hace muchos, muchos años, en una Galaxia muy, muy lejana. Ejem, ¡Don Alfonso, preséntese en mi blog, por favor!
      -Hola, Pedro. ¿Me llamabas?
      -Sí, profe. Lea si es tan amable la primera frase de Manuela Fernández.
      -Ok. Ya.
      -¿Qué le diría usted, en su calidad de profesor de matemáticas?
      -Pues que el orden de los factores no altera el producto.
      -Perfecto. Gracias.
      -¿Eso es todo?
      -Sí.
      -¿Y para eso me has hecho venir del pasado, mamón? ¡Con lo que cuesta un billete!
      -Bueno. Bastante por saco me dio con sus clases. Así que, estamos en paz.

      Volviendo a ti, Manuela, coincido contigo en que si escribimos en blogs es para que nos lean; pero no a cualquier precio. Y no, yo tampoco estoy dispuesto a escribir cincuenta tuits al día (ni siquiera uno al día), ni cien entradas en FB. Hay vida más allá de las redes sociales, ¿sabes? Y, según cuentan los que saben vivirla a tope, esa otra vida está guay.

      Saludos. Y gracias por pasarte por aquí y comentar, Manuela.

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  12. Hola, Pedro. Me paso lo mismo. Tenía 200 y pico seguidores. De todas formas algunos nos hemos reencontrado en MeWe. Es una red social que combina algunas características del Facebook y otras de Google. Pero hay que ser optimista, al cabo de unos meses se acomodarse los melones.
    Saludos

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    1. Saludos, Mirna.

      Yo me abrí una cuenta en MeWe hace un par de meses y, honestamente, no ha cumplido mis expectativas ni de lejos. En esos dos meses apenas he conseguido media docena de contactos y me he suscrito a dos comunidades relacionadas con la literatura, y mis publicaciones perecen ahogadas en un mar de indiferencia e invisibilidad. Por todo ello, mi experiencia en MeWe, de momento, está resultando bastante decepcionante.

      Me vas a disculpar, pero no he logrado entender la última frase de tu comentario. ¿He de acomodarme los melones? ¿Cómo sabes que he vuelto a engordar y que me han crecido las tetillas? ¿En serio se me nota al escribir? ¡Dios, otra vez he de ponerme a dieta! ¡Qué sufrimiento, por Dios! ; )

      Gracias por la visita y el comentario, Mirna. Se agradecen. Un abrazo.

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  13. Hola yo vengo siguiendo a Manuela y la verdad es que me ha gustado lo que he leído, interesante reflexión y simpática a la vez que lo uno no quita a lo otro. Mi blog, si soy de las que también tienen un blog, es de manualidades..fíjate tu donde he venido, pero me voy a quedar porque me gusta leer cosas que me hacen reír y cosas que me hacen reflexionar y tu lo has conseguido. No, no te pido que sigas mi blog..claro que no, estaría bueno¡¡pero yo me voy a quedar en el tuyo.
    Por supuesto que los que tenemos blogs a lo que aspiramos es a que nos sigan y el que diga que no miente como un bellaco,ahí tenemos el ejemplo de instagram donde la gente para por tener seguidores ( increíble pero es cierto), pero bueno confiemos en que de esos 25 que nos quedan ¿dijiste 25? ohhh D. mio¡¡al menos no sean testimoniales.
    Un saludo y hasta pronto

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    1. Saludos, Lirtea.

      Bienvenida. El mundo de los blogs es algo muy parecido a lo que le ocurre a un náufrago en una isla desierta, que lanza al mar un mensaje metido en una botella y nunca sabe dónde ni a quién le va a llegar. Yo también he descubierto algunos blogs y autores de la manera más rocambolesca que te puedas imaginar. Y lo mejor, al menos para mi gusto, es cuando no vas buscando nada determinado y acabas encontrando algo que te acaba fascinando. Es como encontrar un tesoro escondido.

      Lo de pagar para que te sigan tampoco lo he entendido nunca. Debe ser algo muy rentable, desde luego, aunque yo no le pillo el truco, por más vueltas que le doy (tampoco le doy muchas, la verdad. Tengo otras cosas en las que perder mi tiempo).

      Coincido totalmente contigo en lo que dices: "los que tenemos blogs a lo que aspiramos es a que nos sigan, y el que diga lo contrario miente como un bellaco". Pues ya te lo digo yo: por ahí fuera, por esos mundos cibernéticos, hay muchos mentirosos bellacos.

      Bueno, en mi caso concreto, y tras este pequeño resbalón en forma de crisis, me he propuesto intentar ser más positivo. Así que, como pensamiento positivo a estrenar, voy a pensar que, a partir de hoy, en vez de 25 seguidores, ya cuento con 27: con Manuela y contigo. Espero que no me falléis. Paso lista todas las semanas, ¿eh? ; )

      Un saludo, Lirtea.

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