martes, 19 de diciembre de 2017

UN LARGO VIAJE (Parte 3 y definitiva)




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         Hace poco respondía a un comentario que mi buen amigo Josep MªPanadés, autor de Irreal como la vida misma, había dejado en mi blog a propósito del talento. En mi respuesta le comentaba que hace tiempo leí que el talento en cualquier disciplina artística es un 10%, y que el 90% restante es trabajo duro.
Lo creo. No sé si en esos porcentajes —supongo que dependerá de cada artista—, pero sí en el planteamiento general. Y lo creo porque soy de los que piensan que el talento si no se trabaja no sirve de nada.
El talento, tal y como yo lo veo, es como un montón de arcilla dispuesto sobre una mesa. El artista verá en ese montón deforme una futura obra, pero para ello deberá moldear la arcilla, trabajarla, darle forma.
Esto me trae a la memoria la célebre frase de Miguel Ángel (Michelangelo Buonarroti, 1475-1564), el famoso arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista. En cierta ocasión le preguntaron cómo podía hacer aquellas esculturas tan bellas de un simple trozo de mármol, a lo que él respondió: «Simplemente retirando lo que sobra».
Exactamente así se construyen las obras literarias: escribiendo mucho para acabar «retirando lo que sobra».
En cuanto a la pregunta de si uno nace con talento o si el talento se adquiere con el tiempo, aún no lo tengo claro. Pero, por mi experiencia, sí que puedo decir que...
¡Jo, qué plasta!
¿Perdona?
Digo que eres un plasta, Pedrín.
¿Y eso? ¿A qué viene?
Pues viene a que llevas dos semanas dando la barrila con lo bien que escribes; que si eso es porque empezaste hace la tira de años, que si dibujas guay, que si eres un tío estupendo y maravilloso...
Un momento. En ningún momento he dicho que soy un tío estupendo y maravilloso.
Pues leyéndote es lo que das a entender.
¿Y no crees que soy un buen tío?
Psé. Normal. Ni bueno ni malo. Aunque eres un poco plasta, la verdad.
¿Plasta? Porque tú lo digas.
Yo soy la voz de los sin voz.
Adiós, Che Guevara.
Pues mira, sí. Soy el Che Guevara de los blogs.
¿En serio?
Totalmente.
Y dime, Che Guevara de los blogs. ¿También quieres acabar como él?
¿Te refieres con mi cara estampada en un montón de posters y camisetas molonas?
Pero mira que eres burro. ¿A eso reduces el movimiento revolucionario? ¿A un montón de posters y camisetas molonas?
Ya lo dijo Zappa: «El comunismo no funciona porque a la gente le encanta poseer porquerías».
¡Lavate la boca cuando hables de Zappa, maldito blog del demonio!
¡Eh, tío, no te equivoques! Que yo también admiro a Frank, ¿ok? Zappa sí que era un revolucionario, y un genio, y no como esos fatigas que se pasan todo el santo día dando lecciones de todo tipo e intentando convencernos de que ellos son la solución a los problemas que aquejan a la sociedad y tal y cual y Pascual.
Da la sensación de que no te van mucho los líderes revolucionarios.
Son más falsos que una moneda de chocolate. O un bitcoin.
A ver si al final vas a ser más inteligente de lo que creía...
¡Pues claro que soy más inteligente de lo que crees! ¡Y mucho más culto de lo que me presupones, cabeza de melón! Aunque no te lo creas yo leo mucho. De hecho, me paso la mitad del tiempo leyendo.
¿Y qué haces con la otra mitad?
Ver webs de tías en pelotas.
La culpa es mía por preguntar...
Hablando de lecturas, ¿qué tal va tu novela?
La acabé.
¡Venga ya! ¿En serio?
Sí. Hace un par de días coloqué el FIN, al fin, valga la redundancia. Ahora quiero dejar pasar un tiempo para leerla con otros ojos y hacer las últimas correcciones, si fuese necesario. Llevo prácticamente un año trabajando en ella a destajo, y necesito distanciarme para verla en perspectiva. Es mi procedimiento habitual.
¿Puedo leer algo?
Aún no. Hasta que no la considere definitiva no pienso mostrar nada a nadie.
¿Y qué más proyectos tienes entre manos?
Llevo un tiempo trabajando en algo especial.
¿Para el blog?
Sí.
Huy, ¡qué bien! ¿Y de qué se trata?
Quiero que sea una sorpresa. Confío en tenerlo listo en estos días, para subirlo el día 25.
Vaya, parece que no paras de crear.
Son rachas. Todo el que escribe sabe de qué va esto. Unas veces no se te ocurre nada y otras no paran de venirte ideas. Lo importante es no desesperar y confiar en tu instinto.
Pues, ¿sabes qué? Me alegro de tu buena racha. Eres buen escritor. En serio.
¡Pero mira que eres falso! ¿No decías al inicio de esta conversación que estabas harto de mi supuesto «autobombo»?
Parece mentira que aún no me conozcas. Eso era para picarte, bobo. ¿No ves que me aburro como una ostra en el tiempo que no publicas? Por eso te pico un poco, para que escribas más material con el que nutrirme y hacer que la gente nos visite. Me encanta cuando la gente nos visita, y nos lee. Y no te digo nada cuándo nos dejan algún comentario. Ahí entro en éxtasis.
No sé yo si creerte...
Que sí, tío. Que no soy tan mal blog después de todo.
Te concederé el beneficio de la duda.
¡Menudo beneficio! ¿Y porqué no te enrollas y me ingresas algo de pasta en mi cuenta corriente?
No te pases.
Era broma, tío. Venga, no te mosquees. Ains.




11 comentarios:

  1. De las tres partes que has escrito, para decir cómo ha trabajado para escribir, pues es muy complejo ¿no? Cada uno debe dedicar un tiempo a aprender, a leer, a saber crear y muchas veces las musas ayudan no? Muchas gracias por estos tres capítulos siempre sirven de mucho. Aunque este diálogo de la tercera parte me ha descolocado. Esperaba más pautas. Un abrazo

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    1. Saludos, María Del Carmen. Bienvenida. : )

      En primer lugar, agradecerte el tiempo que te has tomado para leer las tres partes de este pequeño repaso a mis inicios y mi experiencia en el terreno del arte. Gracias.

      En segundo, te doy absolutamente la razón en lo que dices. Para ejercer cualquier profesión u oficio con un mínimo de calidad en el resultado final, resulta imprescindible y fundamental el periodo de aprendizaje previo. Sin una buena base difícilmente se puede construir algo sólido. En mi caso le debo mucho a mis lecturas, a aquellas de las que aprendí lo que debo y no debo hacer, además de servirme para ir formando un criterio propio que me sirva para discernir entre lo que me gusta y lo que no me gusta, y aplicarlo a mis obras. En eso no hay límites, ni leyes fijas. Habrá quien escriba fantásticamente bien habiendo leído poco y quien escriba de manera pobre o insulsa habiendo leído toneladas de libros. Ahí entraría en juego el talento de cada uno, y la capacidad de absorción de aquello que lee.

      En cuanto a haberte descolocado con esta tercera parte, permíteme explicarte algo sobre mí. Aunque soy un autor "todoterreno", es decir, que puedo escribir en diferentes géneros (drama, thriller, negro), mi favorito es el humor, y cuanto más absurdo y surrealista, mejor. Tampoco soy ni me considero maestro de nada, de ahí que con estos pequeñas artículos o reflexiones mi intención no haya sido en ningún momento dar lecciones de nada a nadie. Lo siento si he dado esa impresión. Mi intención desde un principio fue, aprovechando unas preguntas de una bloguera y amiga llamada Ana Palacios, escribir una serie de artículos hablando de mis inicios en esto de la literatura y el arte en general. Y para cerrar esta trilogía me serví de mi blog, especie de alter ego, con el que, de vez en cuando, mantengo intensas y acaloradas discusiones que evidencian nuestras diferencias, todo ello sazonado con el sentido del humor que me caracteriza.

      Dicho esto, y a pesar de esta pequeña decepción, quisiera aprovechar la ocasión que se me brinda para invitarte formalmente a que te pases por aquí el próximo lunes, 25. Confío en que mi próxima entrada consiga hacerte disfrutar como lectora.

      Gracias por pasarte por aquí y tomarte la molestia de dejar tu huella en forma de comentario. Mi blog y yo te estamos muy agradecidos. Un saludo. : )

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  2. Jajaja. En primer lugar, Pedro, tengo que agradecerte tu mención a mi blog y a mi libro de relatos. Un empujoncito nunca viene mal, siempre que no sea para caer por las escaleras, claro. Y viniendo de una persona de tanta calidad humana y literaria como tú, igual hasta alguien se anima a leerme, jeje
    En segundo lugar, tu mención a la arcilla y a Miguel Ángel son dos buenos (qué digo buenos, buenísimos) ejemplos para mostrar de qué va eso del talento innato de un artista o de alguien que pretende serlo. En mi ambiente familiar y escolar se utilizaba el ejemplo del lápiz, al que hay que sacarle punta para que resulte útil y hay que saber hacerlo bien, sin prisa pero sin pausa, para que no se rompa.
    Me alegro muchísimo de que hayas superado esa mala época, con la moral baja por culpa de tus achaques dolorosos, y que hayas completado la novela. Eso que has dicho de leerla con otros ojos me ha dado un poco de yuyu. Me he imaginado cambiándote los ojos por otros que guardas en una cajita para las ocasiones especiales. Aunque no estaría nada mal tener un par de ojos de repuesto, o bien dos clases de ojos: los de usar para escribir y otros para leer, jeje
    Y finalmente, me alegro que, por lo menos durante estas fechas, os llevéis bien tu blog y tú. Paz, amor y armonía. Con esos tres ingredientes haréis muchas cosas juntos. Espero, con verdadero interés esa novedad que nos tienes preparada para el día 25. A ver si logro deshacerme por unos instantes de los invitados a la comida de Navidad (porque sabrás que en mi tierra se celebra más el día de Navidad que la Nochebuena) y me paso por aquí para saber de qué se trata.
    Un fuerte abrazo, amigo, y que pases unas felices fiestas.

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    1. Un placer, Josep Mª. Ya sabes que aquí tienes tu casa para lo que necesites.

      Honestamente, que alguien a quien aprecio me considere una persona de "tanta calidad humana y literaria", hace que me sienta profundamente orgulloso de ambos, de ti y de mí. Encontrar gente afín en este inmenso caos que es la red de redes hace que nuestro tránsito, a veces sumido en la confusión y la desorientación, merezca realmente la pena. Gracias por tus generosas palabras hacia mi persona, Josep. Yo también pienso que eres un tío "de puta madre" (disculpa el lenguaje, pero se ve que pasar demasiado tiempo en compañía de mi blog me está afectando más de la cuenta) ; )

      La frase de Miguel Ángel la conocía de hace muchos años, y al escribir esta serie de artículos me vino como anillo al dedo para ilustrar mi idea en lo que al talento se refiere. El talento, sin trabajo, no sirve de nada. Y a la inversa: el trabajo y la constancia, sin un mínimo talento, tampoco sirven de mucho. Es como yo lo veo.

      Precisamente el haber estado tanto tiempo en cama, sin apenas poder moverme por los terribles dolores que me acosaban día y noche, hizo que me evadiese de esa horrible pesadilla a través del poder de la imaginación. Pensar en la historia que quería contar, en los personajes que se incluían en ella y en la interacción entre ellos, hacía que, al menos por unas horas, me olvidase de lo mierdera de mi situación. Siempre recordaré con cariño esta novela por su contribución a mi recuperación (que aún estoy en ello).

      Lo de leer algo "con otros ojos" o "con ojos nuevos", es una expresión que suelo emplear cuando necesito poner distancia con algo que he escrito. Cuando escribes y corriges durante mucho tiempo, leyendo los mismos párrafos, las mismas líneas de diálogo y la misma trama cincuenta o cien veces, corres el riesgo de acabar leyendo "de memoria", es decir "leyendo sin leer realmente", por lo que resulta de lo más normal dejar pasar por alto pequeños fallos e imperfecciones sin que te des cuenta. Mi truco, para evitar "leer de memoria", es dejar pasar un tiempo (un par de semanas, o un par de meses incluso), y volver a leerlo todo como si fuese la primera vez, es decir, "con ojos nuevos", con una nueva mirada. De ahí la expresión. ; )

      En cuanto a mi relación con mi blog ya sabes, porque nos conoces, que es una relación un tanto "peculiar", de amor-odio. Nos queremos, nos respetamos y nos odiamos según el día. Aún así, es una relación sana, ya que nos decimos las cosas a la cara, sin ambages ni paños calientes. Si tenemos que mandarnos a la mierda, lo hacemos, y al día siguiente nos damos un efusivo abrazo como dos buenos amigos, como si no hubiese pasado nada. Mientras sigamos siendo igual de honestos y sinceros el uno con el otro, todo irá bien. Confío en ello. ; )

      Te agradezco tu interés en cualquier cosa que escribo. Para un autor no hay mayor estímulo que ése, saber que al otro lado hay quien espera con curiosidad o interés lo que tengas que ofrecerle. Me obliga a esforzarme al máximo en cada proyecto que emprendo. Y eso es bueno. Muy bueno. Y te lo agradezco. Espero no decepcionaros, ni a ti ni a ninguno de los asiduos lectores y visitantes a este pequeño rinconcito. Trabajaré duro para que así sea.

      No sabía lo de la costumbre de celebrar más el 25 que el 24 en tu maravillosa tierra. Aquí, en Canarias, somos más de cenar el 24 en familia. Por desgracia, cada año se notan más las ausencias, y eso hace un poco más triste el acontecimiento. Aún así, es una oportunidad perfecta para recordar a los que no están y hacer que sigan viviendo entre nosotros gracias a su recuerdo.

      Yo también te envío un fuerte abrazo de vuelta, y mis mejores deseos para ti y tu familia, querido Josep. Y paz. Sobre todo paz. Que los hijos de puta no nos roben las ganas de vivir en paz, Josep. Tomaremos tantos comprimidos de humor absurdo como sea necesario. ¿Te apuntas? ; ) Cuídate, amigo.

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  3. Una buena conclusión para estas entradas tan especiales, Pedro! Me ha gustado ese diálogo interno, creo que es menos surrealista de lo que parece y que todos lo tenemos en el fondo, o al menos algo parecido. Estoy muy de acuerdo con tu descripción del talento, y me gusta mucho el ejemplo que has usado para hacerlo. En cuanto a tu novela me alegro mucho de que la hayas acabado, si me lo permites, añadiré que me parece muy correcto que quieras darle un tiempo para que repose. Ya verás como ves las cosas mas rápido. Un fuerte abrazo! ; )

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    1. Saludos, Ramón.

      Celebro que hayas disfrutado de estas entradas algo más personales. También celebro no ser el único que mantiene este tipo de diálogos consigo mismo, o con su "álter ego" en forma de blog un tanto falaz y deslenguado. :P

      Recuerdo esa anécdota de Miguel Ángel porque se me quedó grabada en la memoria desde la primera vez que la leí. Me pareció digna de un genio ya que deja entrever más de lo que parece a simple vista. A mi modo de ver, con algo tan simple como "retirar lo que sobra" deja entrever el enorme esfuerzo, trabajo y dedicación, unido al talento natural, que un artista necesita para dar forma a su obra. Ese "retirar lo que sobra" es lo que no se ve, todo el trabajo que hay detrás de cada proyecto, de cada obra que decides mostrar al mundo. Por cada libro, cuento o guión que he escrito a lo largo de mi vida ha habido toneladas de descartes, relleno e ideas desechadas que han quedado guardadas en archivos o libretas que guardo con celo, ya que nunca se sabe cuando te podrían volver a ser de utilidad. Yo casi nunca tiro ni borro nada de lo que hago, pues lo que hoy no funciona mañana puede ser la base para un nuevo trabajo o proyecto.

      Lo de la novela es mi procedimiento habitual; y no sólo con la novela sino con cualquier proyecto en el que me embarque, sea de la naturaleza que sea. Escriba lo que escriba necesito verlo todo con una cierta distancia, pues es la única manera que conozco de descubrir los fallos o las posibles grietas y proceder a su reparación. Un escritor deber lector ante todo, y especialmente crítico con lo que hace; el peor crítico posible, ya que es la mejor manera de evitar caer en la complacencia.

      Muchas gracias por tu visita y tu comentario, Ramón. Un fuerte abrazo.

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  4. Me encanta escuchar a tu blog, ya lo echaba de menos. Con respecto al talento, pienso lo mismo que tú. Si no hay trabajo, el talento no sirve para nada. Además el talento es relativo, Para ti puedes ser un gran artista, pero para otros, ser un poco... bueno a la elección de cada uno.
    Curiosa por saber tu nuevo proyecto en el blog y saber de tu nueva novela. Intrigada me tienes.
    Un besillo.

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    1. Ssssh, calla, mujer. No le digas eso que se viene arriba. Espero que no lo haya leído...
      -Demasiado tarde. ¿Quién te crees que modera los comentarios, cabeza de melón?
      Vale. No te emociones. Cuando María deja un comentario amable en el blog (sus comentarios siempre lo son), no lo hace dedicándotelos a ti de manera exclusiva.
      -Déjame que resalte una frase de su comentario: "Me encanta escuchar a tu blog, ya lo echaba de menos". Me pregunto a qué blog se refiere. ¡Coño, pero si soy yo! Y digo yo, ¿no será que me tienes envidia, Pedrito?
      ¿Envidia? ¿Yo? ¿De ti?
      -Sí. Envidia. Tú. De mí.
      Pues no. Ni de coña.
      -Vale. Lo que tu digas. En fin, María, gracias por tus amables palabras dedicadas a mí, al blog de este cenutrio. Te mando dos besos como dos soles. Eres un encanto.
      ¡Serás pelota...!
      -¿Acaso tú no suscribes mis palabras?
      Bueno, sí, pero...
      -Señoría, no tengo nada más que añadir.
      Serás...

      Gracias por tu comentario, María. Por cierto, el proyecto para el blog ya está subido. Lo tienes aquí:

      https://pedrofabelo.blogspot.com.es/2017/12/dulce-corazon-un-cuento-de-navidad.html

      Es una pieza que se sale de mi humor habitual. Confío en que te guste.

      Un besillo, María. Y gracias, como siempre.

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  5. Jolines Pedro, si ya te había visitado en esta entrada y que hice quedarme, o no. Pero de verdad que espero leer todo lo que tengas por aquí. Qué despiste he tenido, o sea que ya había leído y comentado. Y por supuesto que te voy a leer más y más. Poco a poco claro. Hoy he leído tu cuento de Navidad y me ha encantado.
    Y prosigo mi royo explicando mis experiencias. Llevo una vida de trabajo y mucha curiosidad. Me gusta escribir, no se si lo hago bien o mal. Tuve un profesor en el tiempo de estudios que me descubrió y me dijo: Eres un diamante en bruto y voy a pulirte. Algo me ha pulido, pero todavia me queda mucho. Me embarqué en una novela, un poco atrevida, erótica en parte. La tengo en manos de mi hijo que la va a corregir y auto-editar en Amazon, porque una editorial queria que se la enviara pero pagaba un 10%. Mi hijo me dijo no, no la envíes. Así que algún día si tiene tiempo saldrá editada. Y si mi memoria no le falla, que desconfio que sí, espero que no se herencia de mi madre, pueda seguir escribiendo y aprendiendo con personas como tu. Un abrazo.

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    1. Me sonabas de algún comentario anterior, pero como la memoria es muy frágil no quise arriesgarme a meter la pata. También es verdad que ando liado corrigiendo mis nuevos libros, y durante el tiempo que dure la tarea no tendré la cabeza en su sitio. Precisamente por este motivo voy a contestarte en un único comentario a los dos comentarios anteriores que has dejado relativos a este hilo (los acabo de leer).

      Has vivido, de eso no hay duda. Y como todos nosotros, en algún momento de la vida has tenido que tomar decisiones; a veces por tu propio pie y otras condicionada por el entorno. Has priorizado las necesidades de tu familia a las tuyas propias, y eso te ha hecho alguien responsable. Te casaste, fuiste feliz, y tuviste dos hijos maravillosos. Supongo que la vida te devolvió algo de lo que sacrificaste en tu juventud, te recompensó de alguna manera. Por desgracia, no siempre es así. Con los años, si algo he aprendido, es que la felicidad hay que trabajársela uno mismo, día a día, con insistencia, pues a poco que bajes los brazos, acabará por abandonarnos. En tu caso la has trabajado, y por suerte has podido recoger y disfrutar de sus frutos. Bien por ti.

      Escribir, ya sea un cuento o una novela, debe ser ante todo un placer y una necesidad. Por supuesto, todos (o la mayoría) de los que escribimos aspiramos a ser leídos. Pero no siempre lo que escribimos resulta interesante a ojos extraños. Lo que para nosotros es algo importante y maravilloso, para otros puede no serlo. Te digo esto porque yo llevo casi treinta años escribiendo, he publicado dos libros y eso no me garantiza nada. Cada nuevo escrito, cada nuevo libro que publico, es un nuevo comienzo, un partir desde cero. Por eso te digo: escribe mucho, todos los días si quieres y puedes, pero no con intención de conseguir atraer lectores, sino por el mero placer de escribir y satisfacer esa necesidad que nace en tu interior. En cuanto a lo que dices de "no saber si escribes bien o mal", me permito decirte una cosa: la calidad de tu obra la pondrá siempre el lector. Deja que sean ellos quienes valoren tus escritos.

      Un abrazo. Y sigue escribiendo.

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    2. Muchas gracias por tus consejos . Un abrazo

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